Hola ¿cómo están? Les dejo un nuevo fragmento sabrán que ocurre con Amelia.
La sombra acechaba a Amelia que estaba desorientada en ese lugar extraño. Le dolía todo el cuerpo y no supo en qué sitio se encontraba solo la voz horrible y sinuosa del ser de ojos rojos reconoció.
— Mátala y dejaras de sentir dolor.
Amelia cerró los ojos cansada y luego los volvió abrir y por primera vez puso su atención en una mujer de cabellos negros estaba atada a un poste de metal había sangre en el piso y rostro estaba morado por culpa de unos golpes.
Solo tenía que quitarle la vida. Amelia había olvidado en medio del dolor su nombre, sus seres queridos y sus recuerdos. La mujer se le hacía familiar, pero no ubicaba el lugar en que la conoció ¿ o quien diablos era?
Oyó a la sombra que se puso a lado de su cuello y su aliento tóxico la hizo estremecer de asco.
— Mátala.
Amelia se quedó parada sin saber qué hacer. Preguntándose ¿ por qué no podía matar? El killing de Úvatar no tenía tiempo que perder. Sintió el nerviosismo de su amo. Las alarmas se activaron pronto alguien iba a salvar a la humana piojosa. No podía ser sutil, Amelia tenía que matar a Zahra ese momento. Amelia no tenía tiempo para pensar o confundirse, debía persuadirla para hacer su trabajo .
Agarró del cuello a la humana y lo apretó al mismo tiempo que mandaba una descarga eléctrica. Amelia se retorció del dolor. Mientras Zahra y Luthien gritaba que parara.
Luego de varios minutos la sombra dejó de torturar a Amelia . Ella se paró con los ojos vidriosos y la boca seca. Con miedo y culpa le dijo a Zahra.
—No sé quién eres, perdóname por lo que te voy a hacer.
Cuando Amelia empezó a caminar hacia donde estaba Zahra sus piernas se volvieron cetrinas y luego negras como si se convirtieran en piedra. Cuando tomó a Zahra por el cuello sus manos hicieron lo mismo. Amelia apenas podía respirar sentía que todo su cuerpo se consumía. Miró a la mujer, cuyas mejillas brillaban con algunas lágrimas.
—Amelia, no lo hagas.
Amelia no se movió solo se quedó mirando a la mujer.
— Ya, no soy ella. Ahora no tengo nombre , ni recuerdos. Soy oscuridad , dolor y muerte.
Zahra tenía la garganta seca, apenas podía respirar. El dolor , el miedo y el deseo de proteger a su niña, era lo único que le impedía rendirse.
—Mírame, eres mi Amelia.
—Ella murió. Perdóneme.
El kiling de Úvatar se acercó a Amelia.
—Estúpida, mátala de una soberana vez.
Amelia no dijo nada se arrodilló junto a Zahra y empezó a estrangular. Cerró los ojos para no ver el miedo de la mujer.
Zahra gimió y Amelia sintió una de sus lágrimas en manos. Aunque no lo deseaba recordaba su voz, mientras le contaba historias. Su voz le había ayudado a superar el dolor y ella iba a terminar con todo, pero dudaba que el dolor cese.
Esa mujer creía en Amelia más que ella misma. Solo tenía que apretar un poco más sus huesos se quebraban podía oír el ruido característico. Amelia abrió los ojos asustada al sentir una extraña emoción.
El killing se acercó a ella y le susurro al oído alegre.
—Déjate llevar. Siente el poder, olvídate de todo, de una soberana vez. Ya no eres nadie solo mata y deja que placer de quitar vidas llene tu mundo.
Capítulo 26
Zahra tragó saliva su peor pesadilla cobraba vida. Amelia tenía el rostro abotagado sus ojos rojos no mostraban emoción y su cuerpo se movía de forma lenta como si fuera controlado por otro ser. A su lado estaba una sombra con los ojos, la misma que le atacó unas horas antes. Aún recordaba cómo le hizo daño, pero no era nada comparado con las heridas de Amelia. De solo pensarlo se estremeció con horror.La sombra acechaba a Amelia que estaba desorientada en ese lugar extraño. Le dolía todo el cuerpo y no supo en qué sitio se encontraba solo la voz horrible y sinuosa del ser de ojos rojos reconoció.
— Mátala y dejaras de sentir dolor.
Amelia cerró los ojos cansada y luego los volvió abrir y por primera vez puso su atención en una mujer de cabellos negros estaba atada a un poste de metal había sangre en el piso y rostro estaba morado por culpa de unos golpes.
Solo tenía que quitarle la vida. Amelia había olvidado en medio del dolor su nombre, sus seres queridos y sus recuerdos. La mujer se le hacía familiar, pero no ubicaba el lugar en que la conoció ¿ o quien diablos era?
Oyó a la sombra que se puso a lado de su cuello y su aliento tóxico la hizo estremecer de asco.
— Mátala.
Amelia se quedó parada sin saber qué hacer. Preguntándose ¿ por qué no podía matar? El killing de Úvatar no tenía tiempo que perder. Sintió el nerviosismo de su amo. Las alarmas se activaron pronto alguien iba a salvar a la humana piojosa. No podía ser sutil, Amelia tenía que matar a Zahra ese momento. Amelia no tenía tiempo para pensar o confundirse, debía persuadirla para hacer su trabajo .
Agarró del cuello a la humana y lo apretó al mismo tiempo que mandaba una descarga eléctrica. Amelia se retorció del dolor. Mientras Zahra y Luthien gritaba que parara.
Luego de varios minutos la sombra dejó de torturar a Amelia . Ella se paró con los ojos vidriosos y la boca seca. Con miedo y culpa le dijo a Zahra.
—No sé quién eres, perdóname por lo que te voy a hacer.
Cuando Amelia empezó a caminar hacia donde estaba Zahra sus piernas se volvieron cetrinas y luego negras como si se convirtieran en piedra. Cuando tomó a Zahra por el cuello sus manos hicieron lo mismo. Amelia apenas podía respirar sentía que todo su cuerpo se consumía. Miró a la mujer, cuyas mejillas brillaban con algunas lágrimas.
—Amelia, no lo hagas.
Amelia no se movió solo se quedó mirando a la mujer.
— Ya, no soy ella. Ahora no tengo nombre , ni recuerdos. Soy oscuridad , dolor y muerte.
Zahra tenía la garganta seca, apenas podía respirar. El dolor , el miedo y el deseo de proteger a su niña, era lo único que le impedía rendirse.
—Mírame, eres mi Amelia.
—Ella murió. Perdóneme.
El kiling de Úvatar se acercó a Amelia.
—Estúpida, mátala de una soberana vez.
Amelia no dijo nada se arrodilló junto a Zahra y empezó a estrangular. Cerró los ojos para no ver el miedo de la mujer.
Zahra gimió y Amelia sintió una de sus lágrimas en manos. Aunque no lo deseaba recordaba su voz, mientras le contaba historias. Su voz le había ayudado a superar el dolor y ella iba a terminar con todo, pero dudaba que el dolor cese.
Esa mujer creía en Amelia más que ella misma. Solo tenía que apretar un poco más sus huesos se quebraban podía oír el ruido característico. Amelia abrió los ojos asustada al sentir una extraña emoción.
El killing se acercó a ella y le susurro al oído alegre.
—Déjate llevar. Siente el poder, olvídate de todo, de una soberana vez. Ya no eres nadie solo mata y deja que placer de quitar vidas llene tu mundo.
Amelia dejó de apretar el cuello de Zahra y respiro. La recolectora con dificultad y casi sin voz pronunció —Amelia.
La joven tenía todo el cuerpo negro, el dolor no la dejaba pensar. Solo tenía que alargar los brazos y todo terminaría. Ya nada más importaría debía matar a la recolectora. Tener esa emoción le asustó más que cualquier cosa que haya sentido. Miró a los ojos negros de la mujer y supo que no podía hacerlo algo se lo impedía no podía matar a ese ser inocente que sufrió tanto como ella.
Bajo los brazos —. No puedo hacerlo.
— Si puedes —. El killing mandó una descarga que hizo caer al suelo a Amelia y convulsionar de dolor.
—Hazlo o te castigaré.
—No lo harás — gritó Sebastián cansado pero aliviado por encontrar a Amelia.
La sombra reaccionó al instante y mandó un rayo de energía al intruso. Debía matarlo antes que Amelia se revele por completo y no pueda dominar su inútil alma.
Sebastián no pudo esquivar el ataque , se estremeció de dolor en el suelo, pensando que era una desgracia como héroe. Amelia se hallaba al igual que él en el piso. El vampiro se esforzó por tocar su mano aunque le dolía todo el cuerpo sabía que el contacto con Amelia era necesario. Su amor se encontraba con el cuerpo desnudo lleno de magulladuras , azotes y otras torturas. Lo que más le preocupó a Sebastián fue el color del cuerpo de Amelia su piel era casi negra con algún matiz verde y morado como si estuviera pudriéndose. Se arrastró hasta poder tocar aunque sea un solo dedo de Amelia. Al observar eso la sombra de ojos rojos empezó de nuevo a lanzar rayos para impedir que los dos amantes se acaricien en mutuo consuelo. Sin importar el riesgo por fin por solo un segundo Sebastián tocó el dedo índice de Amelia.
Amelia estaba confundida, no podía recordar ni siquiera su nombre, pero si el rostro de aquel hombre. Una serie de imágenes colapsaron en su cabeza: Él triste mirándola a fuera en una esquina y ella sintiendo el mismo miedo que tiene en ese instante. Ese mismo hombre sonriéndole y caminando junto a ella bajo la lluvia . Ese mismo chico besándola y haciéndole el amor. Casi lloro al recordar verlo dándole un anillo y diciéndole que la amaba. Esa mujer murió al ser raptada. Pensó que sería fácil acabar con todo solo debía asesinar a esa mujer y el hombre que estaba a su lado la dejaría al instante. Sin embargo, no podía dejar a ese hombre por nada del mundo lo dejaría.
Un gemido le devolvió a la realidad Cuando el extraño hombre cayó Amelia pensó que iba a morir y dolor agudo se incrustó en su corazón. Al verlo arrastrarse en su búsqueda pudo sentir alivio y ella también intentó acercarse con lo que quedaba de fuerzas. Cuando se tocaron, de nuevo Amelia se acordó que ese hombre se llamaba Sebastián y era su pareja.
La sombra de Úvatar los separó haciendo que el suelo se abra casi Sebastián casi se cae al vació pero se movió en el último momento.
—Mata a la mujer y deja que la escoria de tu pareja viva.
Sebastián luchaba con un enorme monstruo de color negro que deseaba atraparlo y engullirlo para ser su cena. A pesar de ese predicamento gritó con furia — Tú serás la escoria, demonio de cuarta.
El killing de Úvatar se lanzó encima de Sebastián, el vampiro se defendió al utilizar una barrera de fuego creada por sus manos.
—Crees que ese estúpido truco podrá vencerme.
Sebastián no dijo nada. La sombra estaba distraída era el momento perfecto, para que Amelia huya.
Cuando Agni lo mando por las mil puertas le dio una piedra roja muy parecida al rubí y le indico que si deseaba escapar con Amelia la tirara hacia el fuego.
Sebastián se lanzó al vació esperando esquivar a la bestia gigante y fue donde Amelia estaba parada llorando de miedo. Pronto Úvatar extinguirá el fuego y el uso de magia podía dejarlo ciego. En voz baja se acercó a Amelia — Debes huir, escapa con las otras mujeres. En un momento crearé una puerta y es tu única salida.
—Pero... — Amelia miró como la sombra de ojos rojos atravesó la pared de fuego.
— Ahora Amelia.
Sin tiempo para protestar, ella fue a donde se encontraba Zahra y la otra mujer. Con dificultad quiso liberarlas, pero fue la mujer que estaba presa en una pequeña celda que consiguió zafarse y ayudarla a desatar a Zahra.
Mientras tanto Sebastián lanzó al fuego la piedra roja y gritó — Ahora.
Las tres mujeres corrieron por un corredor de luz roja que las llevaba a otro lado.
La sombra de Úvatar furiosa alcanzó a Sebastián y lo arrastró por el cuello.
— Estúpido humano , pagaras con tu vida haberla dejado escapar. ¿Crees que liberaste Amelia? Ella es mía al igual que su alma.
— No tengo dueño y mi alma es solo mía. Déjalo.
La sombra de Úvatar respiró de alivio al ver a Amelia en la celda. Aún podía presionarla para que mate a Sebastián y luego a Zahra.
— Estúpidos humanos ¿creen que van a poder enfrentarme ustedes dos?
Amelia tomó la mano de Sebastián segura que iba a morir junto con su pareja.
— Unidos somos algo más que dos.
Les deseoun genial fin de semana
16 comentarios:
Qué insistencia con la matanza.
Feliz finde amiga mía.
Un abrazo.
Asombroso relato feliz fin de semana Saludos
Hola! Muy buen capítulo el de esta semana!!
Besos!
Tu forma de dar a tus personajes,vida propia,junto con el buen manejo de la
gramática.
Úvatar casi se sale con la suya. Casi.
Bso
Un capitulo muy bueno, un gusto pasar a leerte y saludar. Que tengas un lindo día.
Holaaaaaa, qué cruel y malote es Úvatar!!!!! Pobres Amelia, Sebastián y Zahra!!!!! Me va a dar algo si no acaban pronto con el demonio endiablado!!!!
Capi genial!!!!!
Besoteeeeessssss!!!!!!
Casi
Qué bueno, deseando que llegue el viernes
Besos
¡Hola querida amiga! Me ha gustado mucho el capi. Fue muy intenso la parte de Amelia. Seguiré con la intriga de lo que pasará con Sebastian y Amelia. Espero que todo resulte bien. Te mando un beso y buen fin de semana!
Úvatar debería saber que sí, que claro que le van a enfrentar ellos dos y, muy posiblemente, le venzan por eso mismo, porque unidos son algo más.
Un capítulo intenso.
Pasa un buen domingo y una buena semana entrante. Un beso.
Hola, JP... Bueno, desde luego Amelia no parecía la misma en este capítulo... controlada por un ser maligno como es Úvatar parecía más que dispuesta a matar a Zahra... pero lo importante es que no ha sucedido, y me alegro
Espero que Sebastián y Amelia pronto puedan ser felices... y también otros personajes magníficos de esta novela
Besos
Muy interesante este fragmento de Amelia, no parece la misma.
Que tengas buen comienzo del mes de abril.
Wow, nunca habia visto asi a Amelia! menos mal que no se salio con la suya el demonio de obligarla hacer lo que no quería. Pero maldición!, que ha alcanzado a Sebastián, hasta cuándo Úvatar aprenderá que no va a triunfar su maldad.. Algun dia tendra su merecido y espero que Sebastian y Amelia se encarguen de darcela.
Trepidante capitulo!
Tienes una gran imaginación...felicidades...un besote preciosa.
Muy bueno el capitulo,me gusta mucho.Besos.
Hola Citu! Justo a tiempo me he puesto al día con la historia de Sei y Heli aunque en este capítulo sus prota es Amelia que lucha contra todas sus fuerzas para no caer en la oscuridad. Espero que junto a Sebastian consiga más de su fuerza interior para ayudar a Zanrha y a los demás. Muy buen capítulo. Un besote! Espero poder leerte el viernes.
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