Lagrimas de Luna. Capítulo 27 ( tercera parte)

Hola  ¿cómo  están?  Hoy  les traigo un   nuevo  capítulo de mis  historia   .  Espero que les  agrade.

Capítulo 27

Heli suspiró  con agrado  se sentía  cansada  pero  pronto  iba a ayudar  a salvar  a  su  amiga  y podría  descansar. Estaba  feliz  porque   el  asqueroso  de  Azidahaka no  le molestó  cuando fue  al cielo  azul. Su trabajo fue muy,  a diferencia  de  los otros  mundos   las  sombras  estaban congeladas  y  sin  el demonio   de  tres  cabezas  persiguiéndola  apenas  se demoró.
Busco en su  bolsillo  y tomó un perugina  que  Broom  le  regaló  cuando  terminó   de  iluminar  el polvo de   hadas.  Hasta   Vanora   que  parecía  tan  creída    le  dio una  sonrisa.  Heli no podía  creer  que  lo que le hizo iluminar  el polvo  fue pensar  en   helado  de  chocolate.  Aunque si lo pensaba  mejor   el helado de  chocolate  era  una  de  esas cosas que  a  cualquiera  le  alegran  el  día.
Tomó  el bombón  que le dio  Broom,  abrió el envoltorio  y se lo metió en la boca.   Por  unos  minutos  el chocolate hizo que  se  olvidara  de todo.  Hasta   cerró  los  ojos  para  centrarse  en la  experiencia,  lo malo  es  que  duro  poco.
—¿Estas  bien? —  Seirim  le  preguntó  muy  preocupado.
Heli se  perdió  en  la profundidad  de sus  ojos  azules  y  casi  se  atraganta   con el  dulce. 
Avergonzada  contestó  de mala  gana   —   Sí.
—Parecías perdida.
—Solo  distraída,  será  mejor  que me  prepare para   abrir la puerta  del inframundo.
Seirim  asintió y  le puso   un  chocolate Ferrero en las  manos.
—Para  evitar  que  te marees  nuevamente.
Ella  sonrió  y cuando le iba a dar  las  gracias el demonio desapareció.
Media   enojada pero  feliz  de  tener  otro dulce.  Heli se concentró  en abrir la puerta  esta  vez  ella no estaba  sola.  Cientos   de elfos,  dragones  y  hechiceros la  ayudaban.
Heli  se adelantó  para   lograr    desactivar el  nuevo  campo de  fuerza   que  creó  Úvatar.

Tardó   varios minutos que lo logró.  El    castillo marino  ahora  volaba  por los  aires,  gracias  a una máquina  creada  por  Blake  y  el poder  que los   dragones  y  hadas que habían  depositado en su núcleo.

Heli  iba   a ir  al encuentro   con  Seirim  y  su hermana  Anazareth   cuando  sintió   que  algo le  rozaba la  pierna.  De una se dio cuenta de que era el  demonio de tres  cabezas.

—Maldita  sea, Azidahaka.

—  Me  extrañaste,  mi  diosa.

Antes  que  Heli  pudiera  responder  algo.

Seirim  con  dos  alas negras  llegó   y   con un  rayo  de   luz  corto  el tentáculo   que  tenía  prisionera  a  Heli.

Azidahaka gritó del dolor y en cuestión de minutos   cientos  de  dragones lo rodearon.

Sabía  que   necesitaba  escapar ,  habían perdido.  Las  sombras   en todos los mundos   estaban siendo erradicadas.   Uno  de  sus esbirros  le  comentó  que el kiling  de  Úvatar fue  destruido.

Furioso  Azidahaka fue     por su plan  b  y  desapareció.  No sin  antes   lanzar   un aviso  a  Seirim

— Volveré , puede  que   me hayas  vencido esta  vez .  Pero  muy  pronto  tendré  Anazareth  y  Heli   como botines de  guerra.  Seirim   me  veras   abusar  de las  dos antes  de matarlas. Luego  te torturaré  lentamente  para   luego comerte. Ten   por  seguro que me  vengaré  de  todo lo que me has hecho.

Seirim se puso furioso  , estaba  harto de  Azidahaka y que quiera  hacerle  daño a  su hermana  y  a  Heli lo  desquiciaba  y no podía  controlar  su miedo , ni su poder.

El  cabello del demonio  se  transformó a  negro y sus ojos  se volvieron  rojos.

Heli  temió que se volviera loco y  que arruinara  el hechizo  de la esperanza  el  mínimo  gesto de  violencia.  La  semielfa fue a tranquilizar  a  Seirim  mientras  el demonio de  tres  cabezas   huía  lo más  rápido posible.

A Heli no le importo las miradas  de los elfos y  dragones en especial  la de  madre  de  Seirim y la de Huor.

Solo le interesaba  el   bienestar del  demonio que a pesar  de  sus  malas maneras siempre le había ayudado. No le  puso nerviosa  su aspecto  raro e  intimidante. Seirim  empezó   lanzar  rayos   a diestra  y siniestra.  Heli  esquivó algunos  hasta llegar  y tocar  su hombro.

—Seirim  estoy  bien,   te necesito.

Seirim   sintió el toque  de  Heli  y  miró a  su hermana  Anazareth  montada   en  el ave  fénix.  No podía  perder el control .  Mucho menos por  Azidahaka.

Miró   hacia  su medio  hermano Huor  que  hizo una  mueca .  Él estaba   junto a  otros elfos  que marcharon en  busca    de  Úvatar.

Seirim  suspiró su atención  volvió  a Heli. La  bella  semi elfa sostenía las manos  de su hermana   y empezó  a  concentrarse en lo que   sentían  las  aves  fénix. Heli sonrió cuando toco   la mano  de  Anazareth. Sintió   los  recuerdos de la demonia  en especial los momentos que  ella  tuvo con su padre y hermano.

Fue  fácil para  la semielfa  decirle  al  oído — Deja que tus emociones  fluyan.

Lo  difícil  fue  cuando le  tocó  el turno  de   tocar  Seirim.  Él  recordó  los  besos  que  ambos  se dieron unos  minutos   antes  .

Heli se ruborizó  y no supo qué decir. Seirim  tocó  su mano y  le acarició por  unos minutos.  Para luego tomar    la arena que  brillaba   intensamente.

Heli   no  dijo nada. Se  retiró a lado  de  Ana  y  Ramoncito  que   acaban  de llegar.    Abrazo a  sus amigos 

—¿Cómo les  fue?

Ana estaba agotada sus ropas algo chamuscadas, pero  su sonrisa     y  sus ojos  brillantes  lo decían  todo.

—Terminamos,  fue  difícil las  sombras  casi  nos agarran un   tres o cuatro veces.

— Lo peor  fue  tirarse en el volcán.  Fue horrible.

—¿Qué  estamos  esperando?  —  Vanora la  recolectora  de  almas  —  gritó  de forma arrogante.

Heli  se  fue  a lado  de  Anazareth  evadiendo   la mirada  de  Seirim.

— Avancemos.

El inframundo   empezó  a volver  a cobrar  vida mientras  las  sombras  eran  eliminadas.

Heli  se  encontraba  nerviosa pensando  ¿cómo estarían   Amelia  y  Sebastián?  Por  Anazareth  supo  que  Khalid  le  comunicó donde estaba  Úvatar   atrapado.  Casi todos  los  guerreros  fueron  a ayudar  a  pararlo  o por  frenar sus poderes ya que  era imposible  destruirlo.

— Heli, no  tengas  miedo por  tu amiga.  Ella está  bien.   Las  sombras  se dispersan, lo que significa  que Úvatar   no pudo tomar  su alma  — . Dijo  Seirim mientras             junto a  su hermana esquibaron   algunas  sombras  y les  lanzaba  polvo  de  hada  para  destruirlas.

Heli   esperaba  que  tuviera   razón, pero las  cosas  nunca  eran tan  fáciles  y   un presentimiento le hacía  temer por su amiga.

Esperó que tengan un genial fin de semana