Bienvenidos a mi blog. He creado este por que tengo un montón de historias en mi mente que me gustara compartir. Miles de mundos y personajes siempre me acompañan, decidí, que era hora de hacer que fueran conocidos. Quiero, que sean capaces de expresar y soñar junto a mi. Espero, que les guste mi casa y tendrán una voz aquí. Mi cariño y amistad también.

viernes, 1 de mayo de 2020

Lágrimas de Luna. Capítulo 44 ( Tercera Parte)


Hola ¿cómo están?  Hoy  tiene un nuevo fragmento de mi  historia . Esperó que les  guste 

Capítulo 44



Amelia  siguió a  Naltucien  por  un pasillo  estrecho  de madera    caminaron unos segundos por  el corredor  hasta  que la anciana    abrió  una puerta que estaba  a su izquierda  señaló    la  recamara  vecina.
— El cuarto contiguo   es mi recamara.  Si necesitas  algo solo tienes  que llamar.
Amelia  asintió,  y prosiguió  a entrar  a un   cuarto enorme  con una   gran  cama  de  madera  y dosel como las  que había  visto en los cuentos  de  hadas.  El cuarto  tenía    una    mesa  pequeña  y una dos sillas  además   de  dos  veladores.  En la  mesa   se encontraba  unas  rosas  blancas.  Al fondo estaba  un   gran  armario  también de madera.
Amelia preocupada  por la comodidad  del cuarto preguntó — ¿Cuánto  tiempo   durará el viaje a  Seragon?
— Esta noche llegaremos,  pero  queremos  que estés lo más cómoda  posible.  ¿Deseas  comer  algo?
Amelia   hizo una mueca de desagrado apenas  tenía hambre  desde que  Úvatar   la  raptó.  — No  gracias.
—  Descansa  un poco.  
—  Puedo  ver   como nos  vamos,  O todavía  estamos en el ministerio.  
— Aún seguimos en el mundo humano, pero   ya estamos en  rumbo a  altamar. Contamos  con hechizo   que hace que las personas    sin poderes de tu mundo   no nos  puedan  ver, ni sus máquinas  nos pueden  detectar.  Sígueme, ya no hay peligro  que  los hombres   del ministerio   se den cuenta de que estas  con nosotros.
Amelia sonrió estaba  harta   de estar  escondida  entre  cuatro  paredes. Nunca antes   ella  estuvo   en un  barco  mágico y  deseaba   divertirse  un poco.  Cuando estuvo  arriba  y miró el mar recordó su  viaje  con  Sebastián  cuando  ambos  disfrazados  bailaron y se  besaron a la luz  de la luna.
Un gruñido le  hizo  ver que pasaba en su entorno.  
A  su lado estaba  Naltucien  en su forma humana   vestida  con una  capa  blanca  protegiendo  su  corto  cabello plateado.  Su   rostro arrugado y   su expresión alegre  a  Amelia le  recordaban a  una lechuza.   A su lado estaba  un joven alto  de    por lo menos  15  años  con el pelo  rojo  y  la  cara  llena  de  granos.    El muchacho parecía molesto   de  estar  en el barco   y  sobre todo en el mundo humano.
— Este  lugar es  horrible  y nauseabundo.
Amelia   miró  alrededor   aún  seguían en  Támesis  a los lejos  se podía  ver  el  Big Ben  y el Palacio de Westminster.
—Estás  equivocado, es un  hermoso  lugar.
El muchacho le  gruñó  — Humana  que  vas   a saber de  gustos.  Ustedes  se regodean en el sufrimiento.
Antes  que  Amelia pudiera contestar .  Naltucien   interrumpió  la  discusión.
—  No todos los humanos  son así.  Lólindir  te presentó a  Amelia, nuestra protegida  e  invitada.
Amelia   se sintió como si  apestara por  la expresión  de  asco   del  joven.
Tratando de  hacer conversación  — Es una hermosa nave,¿  quién la maneja?
— Ignorante.  Estamos en una  ballena  de madera ,  es una nave  mágica   que  nos  lleva .  A  cambio  de  que le dejemos  existir  tranquila.  Eso no podría ocurrir  en tu mundo que  tortura animales para divertirse.
Amelia   respiró  fuerte para no contestar  nada  grosero al chico  con  granos  y nombre   gracioso .
— Lólinder,  no   te  vanaglories  de lo que  conoces.  Los mundos  son  muy  bastos  y  sabes menos   mucho menos  de lo que  crees.
Lólinder   miró en forma despectiva  a  Naltucien.  Iba  a marcharse   a un lugar     en donde no  tenga que aguantar    a la  humana  ni  a Gilraren.  Cuando   miraron   a un   pájaro  de papel   era    enorme  y  muy  bello.
El ave se posó  en la mano  de  Naltucien.  La  curadora  miró a  Lolinder  con preocupación.
— Será mejor  que busques  a  Amnras,  Lolinder  .  Le llegó un mensaje  urgente.
Amelia  temió  que  fue  descubierta  y puso en  peligro a los  dragones.
Naltucien le sonrió   —  No  te preocupes,  es  un mensaje  de los elfos.  El ministerio no sabe  que  estás  aquí.
Amelia  miró al mar    todavía  con  dudas, pero no dijo nada-  Momentos  después    Amras llegó .  Era  un hombre alto fuerte  con  barba  blanca  y ojos grises a Amelia le recordaban  a Gandalf  del señor de los anillos  pero  el  dragón  era más  ancho y  su  rostro  serio  daba un poco le  daba un poco  de miedo.
El  ave  de papel   se  fue  a sus manos  y  se  abrió para  que  el  líder  de los  dragones  pudiera leer  el  mensaje.  La expresión  del rostro   de  dragón  se volvió más iracunda.  Amelia  temió   haber  generado problemas.  
—Parece  que  su viaje a  Seragon se atrasara  un  día.   Han solicitado mi presencia en el consejo  élfico  para dirimir  un asunto.   No  es algo muy común, pero es   un  honor y un deber que tengo con los  elfos.  Cuando  lleguemos     a  la  cercanía   del  palacio de las  5 rosas  será mejor que  vuelva  a su habitación mientras tanto puede pasar   por  donde desee.
Amelia  asintió,  mientras respiraba de  alivio porque  Amras  se marchó. Pasó un buen rato mirando  como    las costas se perdía por completo y entraba  en el mar.  Tenía muchas  dudas  en la  cabeza  por   la operación que  iban a realizarle  dentro  de días.
No pudo  evitar    a  Naltucien  cuando  la invitó a  que coma  algo.  Sin  ganas  fueron  a un pequeño   comedor .  Estaban  unos minutos  a solas cuando  se les unió una mujer con el  cabello morado.  
Amelia  tomó un poco de agua  y algo  de  fruta.  Mientras  disfrutaba  de la conversación  de  Gilraren.  La  joven dragona  era  muy divertida  y dulce.  Luego de comer  fue   a su  cuarto   a  tratar  de dormir ,  pero    como no pudo  decidió leer  un poco.
Estaba  a punto de  terminar    el libro  cuando   oyó  como el viento   golpeaba  el casco del  barco.  Iba a levantarse a  ver qué pasaba  cuando  Gilraren  golpeó la puerta.
Amelia  le hizo pasar a  su recamara,  deseosa de  saber que estaba ocurriendo.
—  ¿Qué ocurre? Vamos a atravesar  una  tormenta.
Giraren  miro    a la  venta del  camarote.  —  Más  bien  vamos   a ir  al mar   de los  elfos.   Las puertas naturales     se atraviesan por medio del  agua.  A Veces los humanos  han llegado a  nuestro mundo  por ese medio.  Amelia    se puso rígida  en  su  cama.  Desde que le dijeron que podía estallar  si pasaba     una puerta mágica  temía   ir  a   otros mundos.
Gilraren  no dijo nada  y solo tomó su mano.    La  tormenta  se hizo cada  vez más  fuerte.  Amelia lamentó   haber comido.   Por  un momento  creyó  que el  barco  se  iba a voltear  cuando   todo  se puso  en calma.
— Hemos llegado   al mar cristalino, deseas  ver el mundo  elfo.  Todavía  falta  una hora y media para llegar  al palacio de las rosas.
— Bueno, caminemos un poco, aunque aun sigo algo mareada, pero  el    viento  fresco me hará  bien.  
Amelia no estaba  preparada  para    ver  un mar cristalino  y un  exuberante  bosque.  A medida que  avanzaban podía  ver algunos palacios   a los lejos.  Nada  le preparó  para  ver     a lo lejos un enorme  palacio    con  5  torres llenas  de rosas. La primera  torre tenía rosas  azules    y   la nieve  cubría sus paredes.  La torre  de al  lado  tenía  la  rosas  blancas    y   las paredes   eran lisas  y hermosas.  La torre que le seguía tenía    rosas  amarillas , naranjas  y  rosas   y  sus   paredes  eran   verdes.  La otra  torre   era   de  paredes  rojas algo agrietadas  y  rosas    muy rojas que parecían a punto de arder  y por último   había una torre   con rosas  negras  y las paredes  del mismo  color. Antes que ella  preguntará sobre el castillo.
La  voz molesta  de  Lórindir   la asustó,
—  Estamos llegando al palacio   de las rosas  la sede  del consejo  élfico  y los  5  mundos  que la gobiernan.  Palantir  o  el  bosque  de hielo   con  sus  grandes  bosques  in  de  nieve,   Erembor o  bosque  blanco y  sus  aguas   claras  y diáfanas.  Tuclakelumë o  también conocido  como   el bosque sombrío  con  sus  enormes  bosques.  Ciryatan   o  también conocido  como  el bosque ardiente   mi lugar  preferido entre  los  mundos  élficos  y por último Inglorion  o  el bosque   negro  con su mundo salvaje que está  en el límite con  Seragon.
Amelia miró por última   vez   el palacio  y fue  escoltada a su habitación  .  Ahí la esperaba   Amras .
—  Por precaución  no  salgas de tu camarote.  Tendrás  un guardia  todo  el tiempo que te protegerá.  Lórindir  no descuides  a  nuestra invitada. Amelia  hizo una mueca  de desagrado  y  por la expresión del rostro  del   muchacho de los  cabellos rojos.  También se sentía molesto  por  la orden de cuidar de ella.

Amelia   se  concentró en leer  ya que   su  guardia   apenas  hablaba  y   cuando ella le preguntaba  algo  solo le  gruñía  y  la  miraba  como bicho  raro.  Había pasado  una  hora cuando   llegó  un   hombre la  que no conocía   que la miraba  con igual desagrado que  Lórindir .
—  Les traje  comida.  Los  elfos  nos   obsequiaron con este  banquete.  
Amelia   sin  ganas     abrió   la  bandeja .  Sintió una energía  extraña     en  la comida como si estuviera envenenada.  
— Algo  está mal en esta comida. 
El  dragón    que le sirvió la  bandeja la observó  como si  estuviera  loca.  Amelia   examinó  Era  alto   y  fornido    no  tenía  cabello  y   tenía una  barba  de  color   verde.  
— Los  elfos  son nuestros aliados  y amigos.  A diferencia  de los humanos, nunca nos  harían  daño.
Lórindir  se  acercó  fastidiado y  examinó la comida.  
—  Los  elfos no  son unos  ángeles,   pueden mentir  y matar como los  humanos.  Sin embargo, no  huelo nada malo en la comida.   Viste  quien nos  entregó  estos manjares.    Todavía  está  uno de los  elfos   para    interrogarlo.
—  Ya se fueron hasta  trajeron     paja  dorada  para proteger  a los huevos  de  fénix.  Son amigos  reconocí a  uno de los  elfos    del  bosque  sombrío. 
Lorindir  estuvo  a punto de  soltar el plato.  Los elfos que menos le gustaban  eran los  del bosque  sombrío en especial  su  reina  Linwe.
— Avisa   a  Idris y  dile que  venga   al   camarote   de la  humana.  No dejes que nadie  coma   lo que los  elfos  nos han dado.   Ni dejes que  la paja  nueva  sea  colocada.
—  Pero... 
Lórindir    se paró   y su rostro  por un momento se  convirtió en el de un  dragón rojo. 
— Cumple mis órdenes  o pelearé  contigo.
El  hombre se  fue.  Amelia  se quedó  desconcertada porque  Lórindir   le  creyó.   Minutos  más tarde  Idris  entraba  y  Lórindir  le informaba  los  recientes sucesos. 
Idris    se sentó y  examinó la comida —  Has hecho  bien.  Lórindir  creía  que  desconfiabas  de la humana.
Lórindir  miró   con asco a  Amelia  —  Lo hago, pero  ella  no  suele mentir  y los elfos en especial   del  bosque  sombrío lo hacen.
Idris  agradeció a  Amelia  y   fue  a informar   a    Amras lo sucedido. El dragón estaba  junto a  su hija  y  Naltucien  en un  gran  salón  oyendo   diferentes  argumentos  sobre  el deseo  de  Heli  y  Luke  de    seguir  con sus poderes  y  aprender a  utilizarlos.   Idris   se  acercó   esperando no ser notado.  Apenas    le prestaron atención  a excepción  de  Linwe  que parecía  estar más interesada  en lo que  él  susurraba  a  Amnras  que en el discurso  de su esposo.  
Amras  luego de escuchar  a Idris lo mandó  regreso al barco.  
Linwe estaba   furiosa   quiso   que los huevos  estuvieran a punto de estallar y  vengarse  de  Amras mientras  raptaba a  Amelia  y tomaba  sus  poderes   Más  su plan  falló  castigaría  a su hijo Golradir por eso.
Linwe  observó irse  al barco  que llevaba  a  Amnras  y  a sus  dragones   a  su hogar.  Estaba  furiosa, no solo su plan  de  someter  al   rey  de los dragones  falló sino que  iba a  tener  que soportar  a la hija  de  Nessa  y a  Luke  Dufrew.
Las  dudas   y  sus  sospechas  no  dejaron  en paz a  Heli  mas no  fue la única. En  Valle sombrío se encontraba  Linwe  tenía mucho miedo   de  ser   descubierta.  Era  primordial que  Heli no  fuera a  Erembor.  Últimamente las  cosas  salían  cada  vez  peor.   El  rapto  para  tener  a  Amelia   fue  un desastre  así   sus intentos   en el  consejo élfico  para no dejar   entrar  ni  Luke,  ni  a  Heli.
Por lo menos pronto  todo acabaría como  esperaba por  fin  .  Khalid  el mejor  amigo  de  Seirim iba a matar  a  su amigo y  raptar  a  Heli. Aunque al principio deseaba  ver  muerta  esa   estúpida muchacha.  Ella podía leer  el libro de  Lilith y   le sería  de mucha  ayuda  tener ese  conocimiento que una  vez  fue  suyo. 

Esperó que  tenga un genial  fin de semana  y se me cuidan mucho.





12 comentarios:

Jovem Jornalista dijo...

Muito bom o capítulo!

Bom fim de semana!

Jovem Jornalista
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Até mais, Emerson Garcia

Luján Fraix dijo...

Hola Judith (no sé si se escribe así) me vengo a enterar recién ahora que te llamas así. Precioso nombre.
Te vengo a saludar y a decirte que la novela yo la tenía publicada en el otro blog y la traje para el principal. Es una publicación de hace mucho, cuando me enviaste el manuscrito. Me acuerdo que tú me escribiste en un blog una reseña sobre la mía.

Te mando un abrazo.

JUAN FUENTES dijo...

Escribir para ti es una pasión,y esa pasión te hace ser feliz.

Lourdes dijo...

¡Hola Citu! Cuántas novedades y personajes. Muy colorido capítulo y además sigue la incógnita de como solucionarán lo de Amelia. Sencilla habitación le pareció a ella pero al menos no tenía frente a si quien quisiera matarla. Ojalá todo llegue a buen puerto. Un beso grande y genial capi. cuídate feliz semana!!

Sandra Figueroa dijo...

Me encanto el palacio de las rosas, y sus bosques. Lindo paseo por tus letras amiga. Saludos.

Nuria Lourdes dijo...

Hola amiga. Me alegra mucho y me motiva tu creatividad para escribir. Es un capítulo muy interesante. Me ha gustado la secuencia de los personajes.
Te dejo un fuerte abrazo.🌷😘

Kathy Leonia dijo...

very good post:)

Mela dijo...

Hola, JP... Bueno, por lo menos, Amelia ha tenido un bello recuerdo mirando al mar... cuando, disfrazados, bailó con Sebastián y se besaron a la luz de la luna
Menos mal que Amelia no ha probado la comida envenenada
Ya veo que Khalid tiene muy malas intenciones, y que la malvada Linwe está feliz por ello
Yo espero que los planes de Khalid jamás salgan bien
Besos

JUAN FUENTES dijo...

Creo que ya te comente,que a mis muchos años,hacer fotos y leer no me hacen pensar en mis decadencias.






Rocío G. Tizón dijo...

Precioso capítulo. Nos deja con ganas de más.
Un abrazo.

Ana disfrutando de la moda dijo...

Que bonito es leerte corazón! Vas leyendo e imaginando el lugar con cada palabra. Se nota la pasión que le pones a escribir. Feliz día preciosa 😘

Tiffany dijo...

Me encanta el mundo que has creado amiga.

Un besote desde Plegarias en la Noche.