En las Sombras de tu corazón. Capítulo 23 ( Cuarta Parte)

 Hola,  ¿cómo  están?  Hoy  sabrán si  Adremelech  ayuda  a  Chatel . Esperó que esté fragmento sea de su agrado. 

Capítulo 23 

Adremelech alzo la  ceja  y  lo miro en espera de una  mejor  respuesta.  Chatel le contó  sobre  el deseo  de  Belowen es  volver  a cuidar  un bosque  y  el rey hada  no se podría negar  si se  hacía  en la  celebración primavera.

El inframundo  tenía  bosques pero ninguno estaba  cuidado por las hadas y  él pensó en el campo de  petunias   que se encontraba  abandonado. Aunque  no era  terreno de nadie el rey  o  Adremelech  debían dar el visto  bueno.

 — Hablaré con Dauroji de  seguro  nos  deja  tenerlo. Habrá que poner  seguridades para que sea  un  bosque protegido  de las  almas  en pena  y   de los demonios disidentes. Pero Remiel puede encargarse  de ello. 

Vanora  se acercó a ellos  para despedirse  de Adremelech y programar la hora en  que   se  verían para su cita perfecta. Un poco tímida  beso  a  Adremelech   en la mejilla.

— Nos vemos esta noche...

Chatel los interrumpió —. ¿No  vas a ir  al festival de primavera?

Vanora  curiosa  preguntó — ¿ qué  festival?

Chatel le contó  sobre el deseo  de  Belowen y lo que quería hacer por ella. Si Dauroji les otorgaba  el permiso.  Chatel estaba seguro de lograrlo. 

Vanora  y  Khalid  dijeron que ayudarían  a organizar la  fiesta .  Luke  y  Blake  ayudarían con  trasladando árboles  al inframundo. Lo mismo harían  Rin y  Esgel. 

Adremelech  tuvo que  conformarse  con cancelar  su cita romántica para ayudar a su hermano. 

Las  cosas  funcionaron  demasiado bien para  Chatel. Duaroji  no solo dio permiso, sino que ayudó con  árboles, vegetación   y  demonios   menores de su clan   para  el traslado de las plantas. 

Sinclair,  Luke  y  Blake  también  mandaron árboles y ayuda.  Lo mismo hicieron Khalid  y  Vanora. Adremelech  mando a Remiel para  que  supervise  el trabajo.      

Rin.  Esgel y  Firond  también  vinieron a ayudar.  A  pesar  de eso  Chatel se sentía  intranquilo. Y  él nunca dudaba  de sus  corazonadas, pero  no podía  hacer nada  solo estar preparado.

Belowen  estaba  feliz  por  tener un bosque  cuidar. Chatel le  sorprendió  creando un bosque para ella.  Así  que ella estaba  ayudando  junto  al resto  de sus amigos. Para  crearlo antes  del solsticio de  invierno. Chatel siempre   lograba  milagros. Temía  que su  padre  no le deje hacerlo. Ella  odiaba  discutir en especial  con su padre. Era  algo que  nunca había hecho.  ella  simplemente  callaba mientras su  padre   le  gritaba  y luego ella cedía.   Hasta que escapo  y se  casó con  el  demonio que amaba.  No importaba  ser  exiliada  pero nunca iba a ceder   en cuanto a abandonar a Chatel. 

Dejó de pensar  en esos horribles  recuerdos.  Fue  a su casa a traer  algunas  cosas que necesitaba cuando  observó  al rey hada.  Tavlar, había  bajado de peso sus  pómulos  eran  más definidos  y su piel  se encontraba  gris  y  sus  ojos  antes de color negro  eran rojos.  Como siempre  su mirada la hizo temblar  al igual  que sus  gritos. 

Habían pasado milenios  desde su último encuentro ella  tan  solo tenía  16  años  cuando  huyó del  mundo de las  hadas  y se  fue  al  bosque de  fuego a buscar  a  Chatel.  Ni  cuando  Naur  la  raptó  quiso buscarla y  cuando  fue rescatada por  Chatel,  Seirim y  Heli.  No  fue  a verla tan  solo le mandó  una  carta  en la que  le invitaba   a  volver   al castillo siempre  y cuando deje  a  Chatel y  su mundo de depravación.  

Belowen no podía entender  qué hacía  Tavlar en el inframundo.  Un sitio que el rey hada  consideraba  el peor  del mundo.  Y más  en casa de  Chatel. Que estuviera  ahí no significaba  nada bueno.

— ¿ Padre qué hace  aquí?

Tlavar la  miró como un insecto que  debía pisar. 

— Ni saludas.

Belowen  se  estremeció pero luego  de  ser esclava de  Naur  y pasar  por  todas   las  torturas imaginables.   Su padre  ahora le parecía  un enemigo menor.

— Para que, las  cortesías no son necesarias entre nosotros. Dudo que quiera alargar su visita. ¿Qué desea?

Tlavar respiro profundo  y  trato de controlar  su ira —. ¿ Quiero  que dejes  de crear  ese  bosque de hada  en  este  mundo  abominable?

Belowen se propuso no ceder. Intentado parecer  fuerte en voz  muy  baja  dijo. 

 —  No lo haré.

  Tlavar   como siempre que perdía los estribos  hizo añicos  todo lo que encontraban  en ese momento  era la sala   que  fue de Leviatán —. Me desafías, pequeña puta.

Belowen — Sí.

El rostro del  rey  hada  se llenó de furia , pero la  expresión de sus ojos  se notaba   cierta tristeza. 

 — Deje  de ser  tu padre el día que  te fuiste  con ese  demonio.  Te  hablo como tu rey. Deja  de  crear  ese bosque  y  espera  a que se te  de uno. Como  un hada   que sigue  las órdenes de sus  superiores.

 — He esperado meses. Solo quiero  volver  a  ser hada. Cuidar  de las plantas  y los animales  como hacía antes. Ni siquiera   deseo  ser la primera  hada. 

 — Nunca  volverás a ser primera  hada. Dejaste  tu puesto. 

 — Me raptaron y estuve a punto de  morir.

Tlavar  puso los ojos  en blanco  tuvo esa discusión  con su  Esgel la hermana de  Belowen.

 — Lo hicieron  porque  dejaste  tus tierras.  Las  hadas  solo deben estar en  el bosque de  las flores  eternas.  Las que deambulan más allá de eso saben a lo que expone. No es  posible  confiar  en otras  criaturas. 

 —  Por eso las hadas  y  la magia están  muriendo.

 — Cállate , no sabes  lo que dices. 

 — No eres  mi padre  o mi  rey para  callarme. Y aunque no lo desees  sigo siendo un hada. No puedo  obligar a  otras hadas  a vivir  en el nuevo bosque. Pero si puedo  convertirlo  en  un santuario de luz.  Un lugar para las zibrut. ( Anuruin  que  son guardianes y que no dejan   que  las sombras  ganen terreno.  También protegen a las  hadas,  aves  fénix,  sirenas   unicornios,  dragones  y  otros  seres  con  magia pura). Heli estaba  estudiando para  zibrut.  Y  Gilraren era su líder a pesar  de  que  Thablar se  oponía fervientemente  .

 A  Tlavar eso le  asustó. Por lo general él controlaba  a los  zibrut. Ya  que  solo los dejaba establecerse en su territorio.  Gilraren quiso ir a otros territorios, pero se necesitaba  de  un hada   para  hacer el conjuro  de luz.  Los gobernantes de los  5  reinos  le  daban  grandes cantidades  de comida  y  de lo que necesitaba  por  sus servicios.  

Luego que  Belowen  fue  raptada  los  zibrut  fueron manejados  por  Tlavlar que consiguió poder   en los  5  reinos  gracias a ello.

 — No te lo permitiré, prefiero que mueras  a que destruyas   todo lo que  he conseguido —. Sin ni siquiera moverse  del lugar utilizando las  sombras  del lugar empezó  a  estrangular a  Belowen. 

El  hada  apenas podía  respirar. Tlavar  sonrió   — Harás  lo que  digo y  te  dejaré vivir. 

 Vanora  estaba   dejando  comida  para  que  Zhara  y  Heli  dieran de  comer  a  los  trabajadores que   sembraban  los  árboles  y  ubican los  campos  de  flores.  

Fue  cuando oyó a  Belowen discutir  con el rey  hada.  se  aproximó  sigilosamente hacia  ellos. Se estremeció al  ver  a  Belowen  a punto de  morir. 

No tenía armas  más que una  hogaza  de pan.  Sin pensarlo  ella  le dio con hogaza  de pan mientras  gritaba. 

 —Belowen no hará  nada, que no desee hacer.

Tlavar perdió la concentración  y  dejó libre a  Belowen   que con sus manos  creó  un conjuro  y encerró a su  padre en una burbuja de luz  y lo mandó  al  bosque  de  las  flores eternas. 

Vanora se acercó a Belowen que se encontraba pálida y en piso, pero parecía estar  bien. Igual  preguntó al hada  —. ¿Estás bien? 

Belowen  se paró  algo adolorida pero  satisfecha.  Por fin se  había enfrentado a su padre.  Era  hora que  terminara  lo que había comenzado.  Un poco  avergonzada  preguntó a  Vanora. 

— ¿Puedo pedirte  un favor?

Vanora  esperaba  que  no  sea  que le mienta a  Chatel  sobre lo que pasó con su padre. 

—¿Dime que necesitas? —  dijo más seria  de lo que  deseaba. 

Belowen respiró profundamente — El  vestido que utilizaste  la  reunión anterior  era  muy lindo Me dirías ¿en dónde comprarlo? 

Vanora sonrió  — Claro que sí. Si deseas  te acompaño . Adoro  ir  de compras.

 Antes  que Belowen pudiera  responder  llegó  Chatel y  la abrazo. Muy  pronto se inauguraría el nuevo bosque lo desee o no el rey hada. 

Esperó que  les  haya  gustado este  fragmento.  Les  deseo un genial fin de semana.