En las Sombras de tu corazón. Capítulo 23 ( Tercera Parte)

 Hola, ¿cómo  están?  Hoy  les  traigo un nuevo  fragmento de mi historia. Espero que les  agrade. En especial porque  Chatel  vuelve aparecer.

Capítulo 23

Chatel  gruñó parecía que  Adremelech estaba  ocupado. Podía forzar la entrada, pero no quería pelearse  con su jefe, ni  interrumpir nada.  Estaba seguro de que  Adremelech  estaba  con  Vanora.

Eso le  alegraba  a Chatel  ya  que  Adremelech realmente se  merecía  ser  feliz.  Aunque  no era  su hermano de  sangre lo fue  de  crianza  ya que  tenía edades muy similares. Fueron educados  juntos, aunque de forma  muy diferente. Mientras  Chatel  tenía a su  madre  y a su abuelo para mimarlo.  La madre  de Adremelech murió  y su padre era  Úvatar un ser  despreciable  que no solo  se contentó con violar  y torturar  a Apepi la madre  de  Adremelech  sino que  mato  a   la raza de  demonios  a la que pertenecía  el jefe de  demonios. 

Si fuera poco  su padre  lo crio  pero a  diferencia de la educación  que impartió a sus otros hijos. Con Adremelech  fue  muy duro no toleraba los   fracasos  de demonio y los deseos  de  Adremelech  eran irrelevantes primero estaban  sus obligaciones   interfieran que sus deseos frenen  sus metas. Chatel pensaba  que  Adremlech  era el elegido para  gobernar cuando su padre  muriera. 

Aunque  Adremelech nunca le importó  gobernar.  Lo único que deseaba  era  vengar a su madre  y a su clan  hasta que apareció Vanora. Ella  iluminaba la oscura existencia de su hermano dándole  paz y  amor o eso esperaba  Chatel.

Iba  a marcharse  de la oficina de su hermano, cuando  miró a  Remiel, el ayudante de su hermano llegar   a  su  puesto de trabajo. El semi demonio era  un hombre  bajito, calvo y con lentes. Parecía  un ser   de  lo más común  hasta  que  lo miraban  a los  ojos. Y  encontraban  una  gran inteligencia y lealtad.  Adremlech quería mucho a Remiel y  Chatel lo había empezado a  apreciar. 

— Buenos  días, Remiel.

—   Buenos  días,  lord  Chatel. ¿Desea que busque a su hermano?

— No, pero  dile  que  lo busque por  un  asunto personal. 

—  ¿ Puedo ayudarle?

—  Solo si tienes  tierras  para  un  bosque.

—   No señor,  pero  veré si  puedo  hacer algo por  usted. 

Chatel le sonrió  — Gracias.  Y no dejes que alguien entre a su oficina.  Mi hermano  está ocupado.

—  No se preocupe. 

—   Gracias  nos  vemos. 

Chatel caminó unos pasos  cuando  se le ocurrió preguntar.  Le  gusta conocer   a quien  cazaba. Casi  todos  a los que  había preguntado coincidían que  Super  One era  un  tonto.  Hasta  él  que   lo conoció  brevemente  cuando estuvieron   en el  castillo de  Luke  pensaba  que era  un tonto. 

—  Remiel, ¿  Tú conoces a  Super  One?

—  Un poco.

—   ¿ Qué  opinas  sobre él?

Remiel se rascó la  barbilla.  Y por un momento no dijo nada. Chatel pensó  que perdió el tiempo . 

— Es un  poco creído  y  como  buen inglés y más  por  ser  de  la realeza   es un  esnob.   Pero es más de lo que muestra,  siempre  fue   gentil  con las almas que  traía  y   cuando  nadie lo miraba  iba  a nuestra  biblioteca.

Chatel fue  a  Bariloche donde creían    que  Flavia se comunicó  con  Super  One. 

Se  volvió invisible  para los humanos. Hizo  que le  crezcan sus  cuernos para poder  sentir  mejor las ondas que emite  Flavia  tratándose de comunicar  con Super  One. 

Por lo que  conocía  de  Super  One era  un esnob. Así que estaba seguro de que  se encontraba en un hotel  caro.  Mezclándose  con los humanos que no tenían poderes  mágicos. Estaba seguro de que no iba a utilizar  sus poderes  mágicos ni ningún tipo  de magia. También  creía  que  utilizó  alguna  clase  de inhibidor  mágico. Por lo que  sería difícil  captarlo y  por lo que no lo habían atrapado hasta ahora.   

Chatel era paciente  era  una  de sus  más  grandes virtudes.  Solo tenía que esperar. Se comunicó con  Khalid que lo llamó al celular,  tardó un poco en  hablar porque  aún se hacía  líos  con  la tecnología moderna. 

Luego de unos  minutos  Khalid y Luke  juntos  entraron al  casino  que se encontraba lleno.  Ya  que era  de noche en esa parte  del mundo humano. Ninguno sintió nada aunque  eso era lo que esperaban. Era  hora  de  poner  en acción el plan  de  Leviatán. 

Luke no parecía cómodo, pero  lo haría ya que  sabía que era la única  forma  de  vencer  a Billy 

A lo lejos   en una mesa reservada  se hallaba  Super  One bebiendo  algo  de  whisky. Tratando de  tranquilizarse de  alguna manera.   Hace solo unos minutos pude  sentir  como Flavia  lo acusaba  y  al mismo  tiempo le pedía ayuda.  La  culpa lo carcomía  como  nunca antes. Si hubiera podido  terminaría con su vida,  pero  solo sería una forma que  lo  encuentren  y nada   se resolvería.  Solo  quiso  ser libre  y  salir  de ese  horrible trabajo.  No  creyó que  Flavia  corría peligro y cuando  se dio cuenta  le suplico que  deje de drogarse con la  basura que  le daba  Billy. 

Ahora  Billy  tenía su alma  y si estaba  en lo  cierto y lo  lograba  destruiría   todos los mundos.  Mejor así se moriría de una  vez.

— No es lo que  quieres — dijo  Aher . Super one   casi   se  cae   de  su asiento.  Luego tomó  una sustancia  marrón de  su  chaqueta  mientras salía corriendo. 

Fue  Luke  quien lo  vio  corriendo  de una de las mesas  de  fondo y  junto  a  Chanel  y  Kahlid lo persiguió.

 Super  One  iba  a  abrir  un portal mágico  para  trasladarse a cualquier lugar. 

Aher  que era un  fantasma  le  dijo —. Es lo que quieres.  Huir  de nuevo no te hará  feliz.

Super  one miró  el  aparato que le permitía escapar. Pensó que  irse del cielo azul  le  traería paz. Pero no  fue  así. 

Tiró el aparato al suelo al mismo tiempo  que  Khalid y Luke  le  cercaban el camino. 

Cansado y  arrepentido  dijo —.  Iré con ustedes. 

Super  One  fue llevado  al cielo  azul  o purgatorio  como lo llamaban los  humanos. A pesar  de estar preso y que todo lo que deseo  se  fue por el caño. Se sentía  en paz  y  por  primera  vez, en días  hasta sonrío. En especial al ver el rostro confundido  de 

 Radulf .  

Estaba seguro, que él lo vio  en   Buenos  Aires al día siguiente de su escape,  pero no le informo para  criticar  a  Vanora  y a Kahlid. Aunque  Radulf  no  lo dijera  deseaba  el puesto de  Vanora y  se sentía  mejor  calificado. Un conspirador  podía reconocer a  otro. 

Chatel  se quedó mirando  al a  recolector  que  los  recibió. No necesitaba  ser anuruin para  percibir   su  odio  y coraje por traer  preso  a  Super  One. Radulf  siempre  pensó  que  Vanora  no iba a  atrapar a  Super  One.  Pero no fue  así. Se sintió asqueado  consigo mismo por  ayudar  y más bien entorpecer la labor  de sus jefes. 

Si  deseaba  seguir  siendo recolector  de  almas debía  confesar a Vanora  su crimen y pagar por  su envidia y deseos  vanos. Era  hora de  asumir  sus errores,  lo mejor que podía hacer era renunciar  a ser recolector  de almas.

  

Iban a encerrar a Super  One     en una habitación cuando llegaron Vanora  y  Adremelech. Radulf no pudo  disimular su miedo y  remordimiento.

 Se retiró  tras  un breve  saludo. Ni bien dejaron  al  prisionero caminaron por  el pasillo. Adremelech  que  no era   un   ser   podía perder  el tiempo.  

— Me  buscaste.  ¿Qué  ocurre? ¿ Qué problema personal tienes? 

Aunque  Adremelech era menor  a él siempre lo trató como un  hermano mayor que siempre protegía.  Tal  vez, porque eran   casi de la misma  edad  o porque los  dos  al ser  demonios híbridos  siempre  fueron  tratados  como  desechos. Ambos  tenían una  relación especial.

Chatel dio un suspiro  enorme  y  dijo —  La Primavera.

Esperó que les  haya  agradado  este  fragmento.  Les deseo un  genial fin de semana.