En las Sombras de tu corazón. Capítulo 26 ( Primera Parte)

 Hola, ¿cómo están?  Hoy les traigo un nuevo  fragmento  de mi historia.  Hoy  verán que  pasa con Adremelech,  Vanora  y sus  amigos  lograrán  vencer a Moñái. 

Capítulo 26

Vanora miró  a  Adremelech   ocultó en una cueva  por  suerte estaba  bien. Ella  temía por  su  vida. La mirada  de  Flavia    le  aseguraba  dolor   y muerte. Nunca  había  temido  por  su vida hasta  ahora.  Tenía  tantas  cosas  por  las  que  deseaba  vivir.   A pesar  de eso  no  iba a suplicar   a  Flavia . 

Una  enorme   babosa  con  alas   y  cuerpo   lleno de pus  se  acercó a ellas.  Vanora  no pudo  reprimir  un grito  de asco  y  terror.  Ya  que ella  temía mucho a los insectos. 

Moñái  estaba  furioso al  ver  a  Belowen   en lugar  de Heli. De  su  cuerpo   salieron    dos  manos  y aprisionaron  el cuello  de  Flavia  hasta quebrarlo  su  cabeza  rodó   por   el  suelo   pantanoso    

— Estúpida. Esa mujer   no es  Heli.

Flavia   no dijo nada, su cuerpo  estaba   más concentrada en  buscar  su  cabeza  y pegarla  de  alguna  forma  en sus  hombros. 

Moñái  tomó  la  cabeza   Flavia   y la  pego a su hombro  solo para volver a   tirarla  al piso. El  dragón suspiró no  tenía tiempo para esos  ex abruptos. Sintió pena  por no  ver  morir  a  Matut.  Sin  embargo,  tenía poco  tiempo  y   debía  vengarse  de  una  vez  por  todas. por  fin lograría lo que  tanto  tiempo esperó. 

Belowen  aprovechando   que   el  dragón  estaba   distraído frotó  sus manos  creando  polvo  de  hada  y lo esparció al piso.  Esperaba  que  fuera lo suficiente  para  evitar que  el volcán muriera. Iba  a  crear  un  tornado utilizando polvo  de  hadas para  detener la lluvia.  

Moñái  se  dio cuenta  de  su intervención  y envolvió  al hada   en una  burbuja   negra.  De  la  misma  forma  lo hizo  Gilraren  y  Nalrucien.

Vanora  solo pudo volver  a gritar  histérica por  temer  ser envuelta  en  baba

Lo que  atrajo  la atención  de  Úvatar que se  encontraba   aburrido   y solo deseaba  fugarse  de una vez. Miró  a  Vanora  y reconoció  a la  recolectora que  lo engañó  y  metió preso.  Por lo menos podría  vengarse   un  poco  antes  de  fugarse de  esa  asquerosa  prisión.

Vanora  sintió cientos  de piquetes   en todo su cuerpo y solo  pudo  gritar  del  dolor.

Adremelech quiso ir a ayudarla, pero  se lo impidió Seirim .                  

—Espera  si  vas ahora  los  mataran a los  dos. 

Adremelech le  gruñó  mientras   Úvatar  reía  torturando  a  Vanora.

— Maldita,  vas a pagar  todo  el  daño  que  me hiciste  al  ser  una  de las  mujeres   me  encerró en este  horrible  lugar. 

Vanora  a pesar  del dolor lo miró altiva como si fuera  una reina. 

— No  te  tengo miedo. 

— Deberías,  voy a tomar  tu alma asquerosa  parca. Si  tuviera más tiempo  te torturara hasta  cansarme.  

Adremelech sabía que Seirim tenía razón si atacaba ahora a Úvatar no podía salvar a Vanora, pero no podía  dejar  que  ella sufra. Fue  cuando miró  a  Dauroji  despertar  y  se le ocurrió  una idea.  No  podían perder  más  tiempo. 

Úvatar  se  acercó para quitarle  su medallón  como  recolectora  de almas  con él podía  transportarse  a otros  mundos y   además  matar   a  Vanora tomaría su alma  para poder  tener  más  poder. 

Crearon la ilusión de  seguir  en  la  cueva. Mientras  tanto   Adremelech  esperó a que  tocara  a Vanora  para  convertirse en un tornado   de  fuego   que  arrasaba  todo a su paso. 

Seirim y  Daoroji  aprovechando que  Úvatar  estaba   distraído.  Y  que  Moñaí  golpeaba  a Flavia  hicieron lo mismo  concentraron  su poder  en el  fuego. 

Seirim como  tornado  fue  atacar   a los  cuatro  presos liberados  que  aún  lanzaban rocas  y  ataques  a la  cueva. 

Dauroji  fue  directamente  por  Moñái.   El  dragón aún  reprendía  a  Flavia.  Belowen  aprovechó    para destruir la  burbuja   que la encerraba.  

Sacó  de su  chaqueta  unas  hojas  para  tirarlas tornado  inutilizando el  veneno de  las  babas  de  Moñái . 

Moñái se dio  cuenta  de lo que  estaba   haciendo   Belowen  y  se dispuso  a  golpear  a la hada que se  volvió  diminuta para   poder  huir   más  fácilmente.

Flavia   tomó   su  cabeza  y la esfera de  energía  sin  saber  qué  hacer.  Fue  cuando  oyó la  voz  de  Billy. 

— Me   traicionaste  perra.  Ahora   dame  la esfera de energía  para  utilizarla  con  una  bomba  y pueda escapar  de aquí.  

Antes de que  Flavia  pudiera  contestar, Moñái lo hizo. 

—  Deberías  quedarte  viejo  amigo. 

Billy  hizo  una mueca  por  fin se  había librado de los hechizos  de  Moñái y sobre todo el  de  Leviatán. 

Ahora podía   proseguir  con  su  venganza  ni  bien  se lleve  la   esfera  de  energía  y  Flavia. No  importaba  lo  difícil  que la situación  se  torne, era mejor que estar preso. 

Iba a marcharse, pero  fue retenido por una cosa  viscosa   que se extendía  por sus  piernas.

— Te  dije  que  no te  marcharas.  Hay muchas  razones  para  quedarte.  

Billy   gruñó  mientras  intentaba  librarse   del  nuevo  hechizo  de  Moñaí.  

— A  pesar de  que  los nietos  de  Leviatán no son tan  buenos  guerreros  como su  abuelo.   Muy  pronto  se  libraran de  tu trampa y no podremos  escapar  . Guarda  tu  venganza  para más  tarde   y déjame  ir.

Moñai  puso  una expresión  de  autosuficiencia  en su horrible  rostro. 

—  Vengarme de  ti.  No   es  mi prioridad. 

— Si no lo es,  déjame  ir. 

Moñái  parecía  ensimismado  con  otra  cosa  porque no le  respondió. 

—  Por favor,  déjame  ir  antes  de  que sea muy  tarde. 

—  Tú puedes liberarte,  Matut. Tardaras, pero lo lograrás.  Si lo haces    te  dejaré  ser  libre y no  te  perseguiré.

La  batalla aun continuaba y Moñái pensaba que el  resultado sería sorprendente. 

Les deseo un genial fin de semana.