Después de Todo. Capítulo 8 ( Segunda Parte)

Hola  ¿Cómo  están? 

 

 Hoy  sabrán en parte  lo que pasó   con  madre  de  Anazareth.  Esperó que este  fragmento  sea de su agrado. 

Capítulo 8

Halrinach  tembló y  casi  se  le  cae   la taza  que  sostenía  en sus manos.  A lo largo de los años  le  contó  sobre  Nahama  y  cuando  estuvo segura de que lo entendería   le  dijo sobre su muerte.   Era  un tema  que no le  gustaba  hablar. 

Observó con  despreció  el  té  de manzanilla.  Ojalá   tuviera whisky  de fuego. Tomó lo que le  quedaba  de  té  y  respondió. 

— Te conté  sobre  su muerte  hace muchos años.  

Anazareth  nerviosa  dijo —  Quiero  oírlo de nuevo. 

Halrinach  gruñó.   No deseaba hablar de eso, pero no le  quedaba  más. 

—   Nunca  te he mentido ni  siquiera  cuando eras niña  te  oculte  la verdad. Aunque tu padre quería suavizar  las  cosas . Yo  creo que  tenías  derecho a saber la  verdad. 

Anazareth  recordó que  a los   5  años  su abuela  le dijo que  su madre murió   de pena.  Luego  a  los  12 le contó  que  se suicidó y cómo fue.  Ella  volvió a prestar atención  Halrinach cuyo  cabello  se encontraba    gris  y  sus  ojos  negros   se  veían  sin  vida. 

—  De  lo que me acuerdo   de esos  días.  Es  que  yo me encontraba  muy  ocupada  ya  que  el  clan de  fuego y el  clan de los  demonios  de tierra   querían  apropiarse  de  nuestras  tierras  y  de los pecadores   que  teníamos. 

Estábamos  a  punto   de  una  guerra.  Tu  padre   se encontraba  de mediador y el ambiente  era muy  tenso.  Para  hacer las  cosas más  complicadas  tu  madre se  enemistó  con  Tamar.  Lo peor fue que la pelea  fue pública  en  medio  del senado. 

No me enorgullezco de eso, pero  ese día  discutí  con  tu madre.  Fue la última  vez que  la  vi  con  vida. Ella desapareció  por  tres días.  Pedí ayuda a  Leviatán y a sus cazadores   para que me ayuden a  buscarla.   Fue  Leviatán  quien la halló   en los  volcanes.  Llegué  justo a  tiempo  para  verla  caer     en la lava ardiente.  Al ser  demonio de   viento  ella no  sobrevivió.  

— ¿ Encontraron  su cuerpo?

Halrinach alzó la  ceja  intrigada  y miró  el rostro  tenso  de  Anazareth.

— No.

— ¿ Por qué  lo preguntas? 

Anazareth nunca le  contó a  su  abuela  sobre   la  forma  en la  que  Azidahaka  le acechaba  y  hostigaba.  Aunque  su abuela  se  lo preguntó  en alguna  ocasión de niña  ella  lo negó.  Por  miedo a que  Azidahaka le hiciera  daño a su abuela.  Ya  que  siempre le amenazaba  con eso. 

Era  hora  de  ser sincera.  Tembló llena de miedo. Por  un momento  pensó  que deseará que  Úvatar ataque  para  evitar ese momento. 

— ¿ Tiene relación  con  Azidahaka? 

Anazareth  se sorprendió  —  ¿Cómo lo  sabes?

— Porque te  conozco  y sé que ese   insecto  siempre  te ha molestado  por   ser  hija  de  Nahama.

Anazareth  respiró  hondo. 

— Él ha estado obsesionado conmigo  durante milenios. Al principio  me molestaba  pegándome  y esas cosas. Sin  embargo,  se  volvió peor.

Halrinach  no deseaba  saberlo.  Tenía miedo a la respuesta, pero  igual preguntó. —  ¿ De qué forma? ¿Qué  te hacía?

Anazareth no  quería hablar  de eso.  Pero   como  abrió el tema   debía  seguir  su abuela   fue  sincera  y  ella  también debía  serlo.  Era  peor  llevar   esas  cosas  en el  alma. 

— Al  principio me  golpeaba  si no le  decía que lo amaba.  Luego  quiso verme  desnuda. Eso me pareció raro, tenía   5  o  algo más. 

Halrinach   sintió que se le rompía el corazón. 

Anazareth  narró  esos  hechos  con  voz plana  y sin  mirarla. — Cuando me negué  me entierro  viva. Luego de eso  huía  de él. Lo  bueno es que  tú y mama no me dejabais a solas  con  Azidahaka.  Y si salía  a jugar  Seiriem   era mi guardián. 

Aprendí a  defenderme  para que no pudiera  hacerme  daño.  Pero   él  nunca  cesaba de  buscarme.  Tú siempre  me  preguntaste ¿  Qué  pasó   en el día que utilice el  hechizo del agua eterna?  La  verdad no lo sé.

Lo único que recordaba  fue  que estaba  en la biblioteca  muy distraída  y luego en el mundo humano. Yo...  

Anazareth se  sorprendió  al ver llorando a su abuela. 

—  Todo es mi culpa . Debí...

Anazareth se acercó. —  Tu  siempre me protegiste  y me preguntaste  sobre si Azidahaka  me  hacía daño.  Yo  fui una  cobarde por  no contarte. 

Halrinach  abrazo a  su nieta. Lo único que deseaba  era que se quedara en sus brazos  y protegerla  por siempre. Se quedaron varios minutos  llorando  juntas.

Anazareth  se separó de  su abuela  para  seguir  con  la  conversación.

— Te  cuento  esto  porque  al  hacer  el hechizo de  agua  eterna. Vi a mi madre   solo por  unos segundos. Pero  creo  que está  viva.

Halrinach no lo creía, pero  la esperanza  es algo  que nunca  se pierde.  Sonrió  a  Anazareth  y  no fue  capaz  de manifestar sus  dudas.  Tocó a su anillo como siempre  que necesitaba  fuerzas. El  recuerdo de quien se lo  dio aún  inundaba  su corazón  de amor. 

Halrinach tronó los  dedos  y  de  repente   apareció  una enorme  carpeta  —  Es  toda  la información  que conseguí  cuando   fuiste  incriminada de hacer  el hechizo de agua  eterna. 

— Me imagine  que me los ibas a necesitar  cuando  Kappa  me  contó  que le preguntaste sobre  el ataque. 

Anazareth hizo una mueca  debía suponer  que  Kappa  se lo diría a su abuela. 

— Lo siento abuela. Debí preguntarte, pero siempre tuve miedo de  ser  responsable  de esa  gran inundación. 

— Nunca  fuiste responsable. Y  si  utilizaste el hechizo fue en defensa propia.

Anazareth no quería   seguir  hablando del tema.  Se  acercó  al ver las pruebas  y  tomando  la mano  de  su abuela dijo en voz  baja —. Gracias por  confiar  en mí, aunque ni  yo lo hacía. 

— Si,  Nahama  está  viva  la encontraremos  y  descubriremos qué pasó   el día que  te raptó Azidahaka. 

Anazareth asintió   aliviada  de  haber  decidido  hablar  con su abuela.  Hay  cosas  que es  mejor hablarlas para que   no se conviertan  en lastre. 

Halrinach  se  levantó  y  mirando fijamente   a su nieta  dijo 

—Será  mejor  que nos  cambiemos  pronto   tendremos que ir  a la  reunión  que se realizará en el  castillo de  Luke.

Anazareth  se estremeció al  oír el nombre del vampiro. 

Halrinach  sonrió  parecía  que  Anazareth le gustaba  ese muchacho.  Esperaba que esta  vez  ella  no huyera del  deseo y  tal  vez del . Ya  que era algo  muy preciado  y no se  da  muy a menudo. 

Anazareth  no deseaba  ver a  Luke  y peor luego que ella  salió  corriendo. 

— Estoy muy  cansada,  tal vez  sea mejor  que me  quede. 

Halrinach  frunció el ceño —  Deberías ir, si deseamos   vencer  a Azidahaka y a Úvatar.  

Anazareth  asintió  prometiéndose   que   iba a alejarse  lo más  posible de  Luke.

Les  deseo  un  buen  fin de semana