Hola ¿cómo les va? Hoy van leer sobre la huida de Amelia a Seragon. Espero que les guste.
Días después.
Amelia terminó de vestirse, unas horas antes fue examinada por Naltucien, que indicó que se encontraba lo bastante fuerte para hacer el viaje a Seragon.
Optó por un calentador deportivo de color negro y camiseta de manga larga del mismo color se hizo una cola de caballo en su cabello. Agatha en la cocina le mandaba una pequeña mochila con frutas, emparedados, agua, linterna y una tableta.
Amelia temblaba de miedo por su próxima fuga y su inminente operación. Tenía horribles pesadillas en las que Úvatar le raptaba de nuevo. Por un momento quiso quedarse escondida y volver a la cama. Sin embargo, estaba harta de estar enferma . Deseaba una vida normal o por lo menos estar junto a los seres que amaba. Miró en su cartera una fotografía de su hermana. Luego el anillo que Sebastián le dio como promesa de una vida juntos. Minutos después Heli llamó a desearle suerte.
Ella no estaba sola quería ser feliz y debía luchar para conseguirlo a toda costa. Respiró en forma profunda, luego se miró al espejo para ver si estaba presentable . Luego salió de la habitación en donde la esperaba Agatha y Zahra.
Horas antes se había despedido de su hermana, de Heli, Sebastián y el resto de sus amigos. Zahra se quedó por si necesitara alguna ayuda.
—Estoy lista.
— ¿Tomaste las pócimas que te dio Naltucien?
— Sí .
Zahra buscó una manta —. Ten por si acaso haga frío.
Amelia asintió tomó la manta que Zahra le ofrecía minutos más tarde la mochila con la comida y sus medicinas.
— Gracias — algo cohibida Abrazo a Zahra y Agatha esperando no llorar de nuevo como cuando se despidió de Ana.
Agatha nerviosa miró a su reloj —Será mejor que vayamos al pasillo. Sinclair pronto vendrán.
—Ponte saco, el frío te puede hacer daño Amelia.
Amelia solo puso los ojos en blanco, pero hizo caso a Zahra.
Esperaron unos minutos en el pasillo cuando uno hombres fornidos se les acercaron con una gran caja.
Agatha se les acercó
— Hola, Sinclair , te queda mejor la barba.
Sinclair gruñó estaba disfrazado de un hombre que tenía una barba de Santa Claus.
—Será mejor irnos.
Abrió la caja de madera que era enorme, pero estaba vacía. Indicó a Amelia que se colocara en ella. La muchacha cerró los ojos sintió un inusitado miedo a estar en un lugar cerrado.
— Tiene buena ventilación y el espacio es amplio . Solo será por un momento.
Amelia sonrió sin ganas luego entró en la caja. Fue transportada a un piso superior en donde oyó a Sinclair querer entregar un mueble al dueño del piso de arriba.
El hombre los insultó y Amelia tenía miedo a estornudar o a reírse. Más tarde salieron del edificio sin que nadie se dé cuenta de que ella estaba en la caja.
Por un momento temió que los hombres que Billy puso lo notaran , pero pasó inadvertida.
Cuando la colocaron en un enorme camión de muebles Sebastián y Luke la esperan dentro del lugar donde se depositaban la carga. Le ayudaron a que se ponga cómoda.
Eran como las diez de la mañana, Amelia no sabía cuándo entraría al ministerio de magia y menos conocía la hora de ir a Seragon. Se acomodó junto a Sebastián y mientras le contaron la otra parte del plan.
Amelia se iría a Seragon junto con los últimos huevos de fénix y de dragón que fueron llevados al mundo humano para salvarlo. A Amelia no le gustó la idea de volver a estar encerrada en una caja por enorme y cómoda que fuera. Sin embargo, era el único método seguro para pasar la aduana y sobre todo las puertas mágicas con el mínimo de energía. Ya que los huevos de fénix que estaban en la tierra estaban muy enfermos y cualquier energía mágica los podría hacer estallar. Lo mismo que ocurría con Amelia después de ser contaminada por Úvatar.
Para despistar a Billy y al ministerio de hechicería . Gilraren y su padre pidieron cajas de madera vacías para empacar . Luke y el resto esperaban que en cualquier momento llamen para dejarlas y así meter a Amelia junto a los huevos de fénix.
Una hora más tarde, llamaron. Era la señal para que Amelia vuelva a su escondite. Transportaron a Amelia un edificio común y corriente a ella le recordaba a un banco. Se decepcionó al ver que ese era el ministerio de hechicería. Esperaba algo espectacular como en los libros de Harry Potter. Volvió a esconderse en la caja antes que Sebastián la regañaba por poner en peligro su escondite.
Cuando llegó al estacionamiento. Un hombre con voz chillona los recibió y se puso abrir las cajas. Amelia temió que le iban a encontrar. Luego recordó el dispositivo que Sebastián le dio antes de esconderse solo lo podía utilizar dos veces . Era un artefacto que Blake y Firond crearon que daba la ilusión que la caja se encontraba vacía.
Amelia esperó a que revisaran su escondite para activar el aparato. Sin embargo. Una voz gutural y molesta lo impidió.
Todos lo dragones que fueron a buscar los huevos conocían que Amelia estaba escondida y que pidió refugio en Seragon. Amras le dio visto bueno y si pasaba la aduana de los mundos . Ella sería albergada en los bosques prohibidos. Aunque Lólinder despreciaba a los humanos y no entendía porqué llevar esa farsa. Siguió las órdenes de su líder, sin cuestionarlo.
— Va a revisar caja por caja. Ya nos hemos demorado suficiente. A diferencia de asquerosos humanos los dragones no mienten.
—Tenemos , miedo que lleven animales o personas de contrabando . El jefe de seguridad , el señor Gurt nos pidió que fuéramos cuidadosos.
Amelia oyó un gruñido. Estaba muy nerviosa , sus manos sudaban y temía tirar el control cuando la caja sea abierta de improviso.
— Ya que quiere perder el tiempo. Espero que traslade las cajas sin daño y que pague el tiempo que se demore en revisar todo. Gilraren aunque odio el mundo humano creo que tenemos tiempo de comer, siempre me he preguntado ¿qué son esas papa fritas que tanto le gustan a Firond?
Amelia oyó unos pasos.
— No pueden irse y dejarnos en este lio . Necesito que firme los papeles y pague a los proveedores. Además, es su responsabilidad trasladar las cajas al ministerio a su barco no la nuestra —. Dijo el funcionario algo preocupado.
En lugar de que el hombre hablará lo hizo una mujer — Le damos 5 minutos , mientras tanto pagaré a los hombres que trajeron el material.
Lólinder toma las cajas revisadas y llévalas con Idris.
Mientras los hombres discutían Amelia sintió que movieron su caja y la colocaron junto a otras dos.
— Me llevo estas creo que ya las reviso.
— Llévaselas.— Dijo el hombre sin notar que colocaron la caja en la que estaba Amelia
Amelia fue transportada deprisa por varios pasajes . Para luego ser llevada en un ascensor. Tomaron su caja como si ella no pesara y la llevaran a un sitio oscuro. Ella seguía nerviosa y estaba algo mareada.
Al principio sintió un zumbido. Heli le contó que un ser sensible podía escuchar el alma de las aves y escucharlas cantar. Amelia solo oía un graznido algo fastidioso que le produjo dolor de cabeza.
Oyó a alguien abrir una puerta.
—No puede pasar aquí estas cajas ya han sido revisadas y contienen los huevos. Uno de sus hombres nos vigila como ladrones por llevar lo que nos pertenece a nuestro mundo.
—Es por su seguridad.
Amelia se estremeció al oír la voz de Billy.
— Hace un rato uno de mi equipo sintió un aura de poder. Como si uno de ustedes usará magia.
La voz femenina habló — Uno de los huevos casi se rompe por culpa de la prisa de Lólinder. Solo lo volvimos a su estado normal, pero si quiere puede revisar de nuevo las 100 cajas. Eso sí responderá consejo de especies la demora y si uno de los huevos muere.
Billy gruñó y si no fuera porque la dragona estaba rodeada de varios hombres la hubiera atacado.
Se fue furioso sin decir palabra.
Amelia volvió a quedarse oscuras por algún tiempo . De vez en cuando alguien apilaba más caja y el ruido se incrementó. A ella le dolía la posición en la que estaba sentada y tenía náuseas y el dolor apenas la dejaba pensar.
Por lo que al principio pensó que estaba loca cuando sintió que el cuarto se movía aterrada se abrazó a sí misma pensando en Sebastián , Ana, Zahra y Heli. Luego una luz se prendió y alguien abrió la caja en donde estaba escondida.
Capítulo 43
Días después.
Amelia terminó de vestirse, unas horas antes fue examinada por Naltucien, que indicó que se encontraba lo bastante fuerte para hacer el viaje a Seragon.
Optó por un calentador deportivo de color negro y camiseta de manga larga del mismo color se hizo una cola de caballo en su cabello. Agatha en la cocina le mandaba una pequeña mochila con frutas, emparedados, agua, linterna y una tableta.
Amelia temblaba de miedo por su próxima fuga y su inminente operación. Tenía horribles pesadillas en las que Úvatar le raptaba de nuevo. Por un momento quiso quedarse escondida y volver a la cama. Sin embargo, estaba harta de estar enferma . Deseaba una vida normal o por lo menos estar junto a los seres que amaba. Miró en su cartera una fotografía de su hermana. Luego el anillo que Sebastián le dio como promesa de una vida juntos. Minutos después Heli llamó a desearle suerte.
Ella no estaba sola quería ser feliz y debía luchar para conseguirlo a toda costa. Respiró en forma profunda, luego se miró al espejo para ver si estaba presentable . Luego salió de la habitación en donde la esperaba Agatha y Zahra.
Horas antes se había despedido de su hermana, de Heli, Sebastián y el resto de sus amigos. Zahra se quedó por si necesitara alguna ayuda.
—Estoy lista.
— ¿Tomaste las pócimas que te dio Naltucien?
— Sí .
Zahra buscó una manta —. Ten por si acaso haga frío.
Amelia asintió tomó la manta que Zahra le ofrecía minutos más tarde la mochila con la comida y sus medicinas.
— Gracias — algo cohibida Abrazo a Zahra y Agatha esperando no llorar de nuevo como cuando se despidió de Ana.
Agatha nerviosa miró a su reloj —Será mejor que vayamos al pasillo. Sinclair pronto vendrán.
—Ponte saco, el frío te puede hacer daño Amelia.
Amelia solo puso los ojos en blanco, pero hizo caso a Zahra.
Esperaron unos minutos en el pasillo cuando uno hombres fornidos se les acercaron con una gran caja.
Agatha se les acercó
— Hola, Sinclair , te queda mejor la barba.
Sinclair gruñó estaba disfrazado de un hombre que tenía una barba de Santa Claus.
—Será mejor irnos.
Abrió la caja de madera que era enorme, pero estaba vacía. Indicó a Amelia que se colocara en ella. La muchacha cerró los ojos sintió un inusitado miedo a estar en un lugar cerrado.
— Tiene buena ventilación y el espacio es amplio . Solo será por un momento.
Amelia sonrió sin ganas luego entró en la caja. Fue transportada a un piso superior en donde oyó a Sinclair querer entregar un mueble al dueño del piso de arriba.
El hombre los insultó y Amelia tenía miedo a estornudar o a reírse. Más tarde salieron del edificio sin que nadie se dé cuenta de que ella estaba en la caja.
Por un momento temió que los hombres que Billy puso lo notaran , pero pasó inadvertida.
Cuando la colocaron en un enorme camión de muebles Sebastián y Luke la esperan dentro del lugar donde se depositaban la carga. Le ayudaron a que se ponga cómoda.
Eran como las diez de la mañana, Amelia no sabía cuándo entraría al ministerio de magia y menos conocía la hora de ir a Seragon. Se acomodó junto a Sebastián y mientras le contaron la otra parte del plan.
Amelia se iría a Seragon junto con los últimos huevos de fénix y de dragón que fueron llevados al mundo humano para salvarlo. A Amelia no le gustó la idea de volver a estar encerrada en una caja por enorme y cómoda que fuera. Sin embargo, era el único método seguro para pasar la aduana y sobre todo las puertas mágicas con el mínimo de energía. Ya que los huevos de fénix que estaban en la tierra estaban muy enfermos y cualquier energía mágica los podría hacer estallar. Lo mismo que ocurría con Amelia después de ser contaminada por Úvatar.
Para despistar a Billy y al ministerio de hechicería . Gilraren y su padre pidieron cajas de madera vacías para empacar . Luke y el resto esperaban que en cualquier momento llamen para dejarlas y así meter a Amelia junto a los huevos de fénix.
Una hora más tarde, llamaron. Era la señal para que Amelia vuelva a su escondite. Transportaron a Amelia un edificio común y corriente a ella le recordaba a un banco. Se decepcionó al ver que ese era el ministerio de hechicería. Esperaba algo espectacular como en los libros de Harry Potter. Volvió a esconderse en la caja antes que Sebastián la regañaba por poner en peligro su escondite.
Cuando llegó al estacionamiento. Un hombre con voz chillona los recibió y se puso abrir las cajas. Amelia temió que le iban a encontrar. Luego recordó el dispositivo que Sebastián le dio antes de esconderse solo lo podía utilizar dos veces . Era un artefacto que Blake y Firond crearon que daba la ilusión que la caja se encontraba vacía.
Amelia esperó a que revisaran su escondite para activar el aparato. Sin embargo. Una voz gutural y molesta lo impidió.
Todos lo dragones que fueron a buscar los huevos conocían que Amelia estaba escondida y que pidió refugio en Seragon. Amras le dio visto bueno y si pasaba la aduana de los mundos . Ella sería albergada en los bosques prohibidos. Aunque Lólinder despreciaba a los humanos y no entendía porqué llevar esa farsa. Siguió las órdenes de su líder, sin cuestionarlo.
— Va a revisar caja por caja. Ya nos hemos demorado suficiente. A diferencia de asquerosos humanos los dragones no mienten.
—Tenemos , miedo que lleven animales o personas de contrabando . El jefe de seguridad , el señor Gurt nos pidió que fuéramos cuidadosos.
Amelia oyó un gruñido. Estaba muy nerviosa , sus manos sudaban y temía tirar el control cuando la caja sea abierta de improviso.
— Ya que quiere perder el tiempo. Espero que traslade las cajas sin daño y que pague el tiempo que se demore en revisar todo. Gilraren aunque odio el mundo humano creo que tenemos tiempo de comer, siempre me he preguntado ¿qué son esas papa fritas que tanto le gustan a Firond?
Amelia oyó unos pasos.
— No pueden irse y dejarnos en este lio . Necesito que firme los papeles y pague a los proveedores. Además, es su responsabilidad trasladar las cajas al ministerio a su barco no la nuestra —. Dijo el funcionario algo preocupado.
En lugar de que el hombre hablará lo hizo una mujer — Le damos 5 minutos , mientras tanto pagaré a los hombres que trajeron el material.
Lólinder toma las cajas revisadas y llévalas con Idris.
Mientras los hombres discutían Amelia sintió que movieron su caja y la colocaron junto a otras dos.
— Me llevo estas creo que ya las reviso.
— Llévaselas.— Dijo el hombre sin notar que colocaron la caja en la que estaba Amelia
Amelia fue transportada deprisa por varios pasajes . Para luego ser llevada en un ascensor. Tomaron su caja como si ella no pesara y la llevaran a un sitio oscuro. Ella seguía nerviosa y estaba algo mareada.
Al principio sintió un zumbido. Heli le contó que un ser sensible podía escuchar el alma de las aves y escucharlas cantar. Amelia solo oía un graznido algo fastidioso que le produjo dolor de cabeza.
Oyó a alguien abrir una puerta.
—No puede pasar aquí estas cajas ya han sido revisadas y contienen los huevos. Uno de sus hombres nos vigila como ladrones por llevar lo que nos pertenece a nuestro mundo.
—Es por su seguridad.
Amelia se estremeció al oír la voz de Billy.
— Hace un rato uno de mi equipo sintió un aura de poder. Como si uno de ustedes usará magia.
La voz femenina habló — Uno de los huevos casi se rompe por culpa de la prisa de Lólinder. Solo lo volvimos a su estado normal, pero si quiere puede revisar de nuevo las 100 cajas. Eso sí responderá consejo de especies la demora y si uno de los huevos muere.
Billy gruñó y si no fuera porque la dragona estaba rodeada de varios hombres la hubiera atacado.
Se fue furioso sin decir palabra.
Amelia volvió a quedarse oscuras por algún tiempo . De vez en cuando alguien apilaba más caja y el ruido se incrementó. A ella le dolía la posición en la que estaba sentada y tenía náuseas y el dolor apenas la dejaba pensar.
Por lo que al principio pensó que estaba loca cuando sintió que el cuarto se movía aterrada se abrazó a sí misma pensando en Sebastián , Ana, Zahra y Heli. Luego una luz se prendió y alguien abrió la caja en donde estaba escondida.
Amelia casi gritó al ver a Naltucien junto a ella.
—¿Estás bien?
— Solo algo asustada. Pensé que me iban a descubrir.
Naltucien se acercó a Amelia, que estaba algo pálida. Se puso a examinar a la muchacha. — Aun estamos en el ministerio. Así que todavía corres peligro.
—Pensé que fue transportada algún lugar. Creí que con mi condición era imposible.
— No puedes utilizar ni puertas mágicas, ni pasadizos. Tampoco pueden hacerte hechizos directos, pero la magia indirecta y utilizada al mínimo. Apenas te hace daño.
Aunque había poca luz Amelia observó la habitación en la que estaba era un galpón con cientos de cajas y piso de madera.
— ¿Estamos en el barco?
—Sí aunque estás en uno de los nueve compartimentos de carga. Todavía no puedes ir a tu camarote. Hasta que salgamos del ministerio.
Amelia aún tenía un terrible dolor de cabeza, su estómago estaba a punto de vomitar y sus piernas apenas le sostenían. Lo peor era el sonido irritante que hacían las aves.
Naltucien se aproximó a la caja en donde Amelia estaba escondida y la transformó en un catre. Encima tenía su pequeña mochila con sus provisiones.
— Será mejor que descanses.
Amelia cerró los ojos demasiado débil y prácticamente se tiró en la cama.
— No puede llevarme a otro sitio creo que las aves fénix me enferman.
Naltucien solo la miró con sus profundos ojos grises. Para Amelia la dragona le intimidaba aun en su forma humana. A pesar de que era de estatura pequeña y su rostro era redondo y lleno de arrugas. Algo en su mostraba una fuerza que amedrentaba en especial a Amelia que se sentía impura luego de ser raptada por Úvatar
— Las aves no hacen nada, es tu corazón está lleno de miedo. No debes tener a la oscuridad. Todos somos luz y sombra lo bueno y lo malo viven en nosotros. Cuando dejes de tener miedo sobre tus sentimientos , dejarás de oír su graznido. Hay seres que nunca lo hacen , eso no es malo no eres un monstruo que va a asesinar . Solo tienes miedo.
— Las bestias con miedo son las más peligrosas.
— Tienes razón, pero los humanos casi siempre satanizan lo que no entienden. Escucha a tu corazón y mírate por dentro. Tal vez lo que encuentre sea no sea tan malo.
Luego de decir eso dejó Amelia con las aves fénix. El graznido se volvió terrible . Ella pensó que se iba a volver loca. Grito a las aves — Cállense.
Las aves hicieron más ruido . La muchacha se tapó los oídos con las manos, pero fue inútil.
Amelia sintió que iba a morir si seguía en ese lugar. Debía huir hacia otra habitación capaz que no pudiera escucharlas.
Así que con trabajo se paró y fue a la puerta. Estaba cerrada. Se arrastró a la cama y volvió a gritar — silencio.
Las aves hicieron más ruido y a Amelia le pareció que se estaban burlando de ella.
— Si vuelven hacer ruido las destruiré. Las aves se callaron un momento, pero luego hicieron ruido más fuerte. Amelia con furia fue a la caja más próxima dispuesta a destruir a los huevos. Abrió el cofre y miró a los huevos podría destruirlos y ellos no se defenderán . Solo debía tirarlos al piso.
—Pueden callarse, me siento mal y ustedes con su ruido me hacen sentir peor. Por favor, silencio.
Sorprendentemente las aves se callaron Amelia volvió a la cama aun más enferma. Luego de un rato en lugar de graznidos escucho como las aves cantarán. Heli le contó que solo los seres puros y que no desean mal a nadie podían escuchar el canto del fénix.
Amelia se quedó dormida y su dolor cesó. Una hora más tarde Naltucien y un hombre de cabellos y barba que Amelia le recordó a Gandalf del señor de los anillos entraron.
— Bienvenida a la nave de los dragones — dijo el hombre.
Amelia asintió y quiso peinarse con las manos.
— Gracias por ayudarme.
— Estamos a punto de abandonar el ministerio e ir a Seragon. Espero que tu viaje sea grato.
Luego de decir eso el hombre se fue. Dejando a Amelia junto a Naltucien .
— Ven te mostraré tu camarote y podrás ver zarpar el barco. Estamos todavía sobre el Támesis pero la magia del agua pronto nos llevará al océano de los elfos y los a las aguas salvajes de Seragon.
Espero que les haya agradado el capítulo y les deseo un genial fin de semana
10 comentarios:
Tus pensamientos, y estos a traves de tus personajes vuelan y vuelan
Hola! Que alegría encontrarme con el capítulo unos días antes de lo esperado!! jejeje. La verdad es que tenía muchas ganas de leerlo y como siempre me ha encantado :)
Besos!
¡Qué mal lo ha pasado Amelia!
Pero no se rinde... está dispuesta a luchar por Sebastián y por Ana... es una valiente
Tiene peligrosos enemigos, pero también tiene amigos que la valoran y la quieren muchísimo
Yo temía que la descubrieran dentro de la caja, menos mal que no ha ocurrido
Ahora ya está en el camarote... ojalá llegue pronto a Seragon, y su operación sea un éxito... Amelia se merece lo mejor
Me ha encantado como has desarrollado este capítulo, eres genial
Besos
Hola! Espero que estes bien. Vamos que Amelia ha empezado un viaje más bien movidito y con pajarracos incluidos. La verdad tengo ganas de ver como es la tierra de los dragones. Me está gustando el personaje de Naltucien. Te leo en siete días. A ver qué pasara y si llegará sana y salva. Un besote guapetona!!
Está siendo un viaje terrible para la pobre Amelia, primero encerrada en una caja, ¡a mi me daría agobio y claustrofobia! y para colmo las aves graznando continuamente, como para estallar los cráneos más duros.
Sabias las palabras de Natulcien.
A final una súplica fue más efectiva que las amenazas y los gritos, e hizo que las aves callaran. A ver si al menos, puede disfrutar del viaje en barco.
Muy ameno el capítulo.
Besos!!!
Excelente capítulo y que a Amelia le vaya bien en su viaje en barco, gracias por el capitulo saludos!
Tu tienes cultura,imaginación y fantasias
Hola Citu, buenos días,
esperaba con ansias poder leer este nuevo capítulo
excelente!
feliz fin de semana y... Felices pascuas!
un abrazo
Terminaron las fiesta religiosas,la vida continua
Un fuerte abrazo
Pobre Amelia, menos mal no es claustrofóbica. Pero que es muy buena idea, asi pasara inadvertida, ojala logre pasar la aduana.
Yay! Que nervios lo de la revisión de las cajas, imagino el susto de la pobre.
!Ay, que susto! Menos mal fue Naltucien el que abrio la caja. Me encantaron esa avecillas fénix, sus graznidos ayudaron a conseguir dormir a la pobre de Amelia.
Lindo capitulo, me gusta el suspenso. Veremos que nos traes para la próxima en ese viaje por el océano.
Besos
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