Lágrimas de Luna, Capitulo 34 ( Tercera parte)

Hola ¿cómo  están? Hoy  les  traigo un nuevo  capítulo  Aunque  para  Seirim  su vida amorosa  va bien  su amistad  con  Khalid   cada  vez se encuentra peor.  Descubran que pasa  en este  nuevo  fragmento  

Capítulo  34 

Minutos más  tarde,  Seirim  entraba  junto  con  Adremelch.

Amelia  seguía  en la  cama    atendida  por  Firond.  se encontraba  algo alterada y de muy mal  humor. 

—  Buenas tardes.  ¿ Para qué vinieron  a  verme?

— Buenas tardes,  Amelia.  Es  hora de planear tu fuga.  Seirim  y  Khalid  serán los encargados.

—  ¿Cuándo se realizará?

— Mañana  si estás en condiciones  de hacerlo.

Adremelech  miró a  Firond esperando su aprobación. 

—  Lo está.

Heli  se  fue  a  buscar  a  Ana que se encontraba  en el jardín  jugando con  Niebla.   Heli  se acercó  a su amiga que dejó de correr  con  el enorme perro  y la miró preocupada. 

—  ¿Qué pasó? 

— Billy  entró en el cuarto de  Amelia mientras  Firond  no estaba.  Por lo que sé, ella se encuentra bien. Adremelech  y  Seirim  están a su lado ahora.

Ana  preocupada  caminó   rumbo  al palacio seguida por  Niebla, el  perro  San  Bernardo de  Khalid. 

Cuando llegaron a  la enfermería  salían  Adremelech  y  Seirim.  Ana   fue  hablar  con  Firond    en  un pasillo. Mientras  Heli se acercó a  Seirim

— Amelia se encuentra  bien,  a pesar   del disgusto.

Heli asintió  sabiendo que  esa sería la única información  que obtendría de  Seirim.  Ya que  en el momento  que aceptó   hacer   de presa para  que   Billy la interrogue cuanto menos  sepa  del  estado  de  Amelia  era mejor. 

A pesar,  de eso  Heli se sentía muy preocupada y fuera de lugar. 

—  ¿Quieres tomar  un café?  Podemos ir  un momento  al pueblo.  Heli asintió. Solo deseaba marcharse lo más pronto del castillo. 

Caminaron un momento sin decir  ninguna  palabra. Las  manos de ambos chocaron. Seirim miró   Heli  a los ojos  y  siguió su camino tocando accidentalmente  las manos de su amor. Heli sonrió  y algo avergonzada tomó las manos  del demonio. Seirm las  apretó  con  fuerza  y no las  soltó.  En ese simple  gesto le hizo sentir  segura  y que  pertenecía  algún lugar.  A ella siempre le molestó el silencio,  pero  junto a  Seirim  se  sentía  cómoda. Era  algo milagroso que él   siempre  sabía cómo animarla.   Heli   recordó los  días  anteriores, que  a pesar de las complicaciones  fueron maravillosos.

Era  como si  él pudiera leer su alma. Solo con mirarla o tocar su piel le calmaba y  alegraba  su día. No importaba lo ocupados  que estuvieron    se  veían cuando podían  a  veces  caminaban juntos  por la orilla del mar.  Por lo  general en las noches  ella lo ayudaba  en su   trabajo   y conversaban  juntos abrazados a la luz  de las estrellas.  Seirim dejó que ella decida cuando podían ir  más  allá  de  solo acariciarse.

 Lo mejor  de los últimos  días   fue  dormir  junto a  Seirim.  Saber   que aunque  su día  fuera  un completo desastre él estaría  a su lado.

Ocasiones  como esta   Heli podía  oír  una  canción  en su  cabeza.  Aun recordaba  lo que  Chatel le contó sobre  los anuruin   que  cuando  encuentra  a su  compañero  de  vida la música fluye en su corazón. 

 A veces le  daba miedo  lo que sentía   por  Seirim.  Ya que para  ella   todo ocurrió  demasiado  rápido.  Era  un sentimiento  que  no podía  explicar.  En otras  ocasiones  como   ahora.   Dejaba  de pensar   y  solo   se limitaba a sentir  y  a vivir sin importarle  nada más.

Heli   puso  su cabeza  en el hombro de  Seirim .

—Gracias.

— Te prometo  que cuidaré  a tu amiga.

—  Lo sé.

 —¿ Quieres ir mismo  por  café?

—  No.  Solo que caminemos juntos. Lo único que necesito es  estar  junto  a ti.

Seirim  dejó  de  caminar.   Tocó  la mejilla de  Heli  y  la  besó    al principio tiernamente  y luego con toda  su pasión.

Media  hora después.  Llegaron al castillo  escondido  debajo del  mar.  Ni  bien entraron por  el  faro. Se  encontraron  con  Khalid  que estaba  hecho una furia.  Parecía un perro rabioso  y solo le faltaba  votar  espuma por  su boca. 

 —  ¡Por  fin llegaste!  En lugar de andar divirtiéndote  deberías pensar  en tus  obligaciones.

Seirim  respiró profundamente —. Lo  hago, convoque  la reunión dentro de media hora  para que pudieras llegar y  ser parte  de la misma. Sé  cuánto  te  importa la seguridad de  Amelia.

A  Khalid  eso  le conmovió  por más  que deseaba  odiar  Seirim  y culparle  de la muerte  de  su madre.  Aún seguía siendo  su  amigo  y lo  quería  a pesar  de  todo.  Se alegró de  verle  con  Heli  y  tan  feliz , aunque  al mismo tiempo  tuvo un dolor  en el corazón.  Estaba seguro de que para él  ya no  existía nada más que la  venganza  y la soledad. 

 —  Gracias,  pero  no deseo  ningún  favor. Ni ayuda   tuya.  Para mi solo eres  un  traidor   —.  Dijo secamente Khalid.

El rostro de Seirim no mostró ninguna reacción; pero    Heli  pudo  ver  por  un momento  algo de  tristeza en sus ojos.  El demonio híbrido se acercó  a  Heli. Quiso acariciar la mejilla  de ella o  darle  un   beso. Sin  embargo,  le  dio un ataque  de timidez. 

— Debo  irme, si puedo  te  veo  en la  noche.

Heli le sonrió —  Hasta  la noche.  

Seirim y  Khalid   avanzaron unos pasos    cuando  Heli  gritó — Seirim. Él   se  volvió  a  verla preocupado.

Fue entonces  que Heli  le dio un  beso ligero  en la  boca  y  sonrojada  susurró  al oído —  Te deseo suerte.

Heli se quedó  parada  mirando partir  a  Seirim   al castillo.   No deseaba  volver  a su habitación,  tampoco quería ir al pueblo, ni visitar  a su madre  en Quito.  Fue  cuando se le ocurrió ir  a  ver a Leviatán y  seguir  con  su adiestramiento como anuruin. 

Sin  saber que  esa visita  iba  a  cambiar  muchas  cosas. 

Les deseo un  genial  fin   de semana