Después de Todo. Capítulo 13 ( Cuarta parte)

 Hola,  ¿Cómo  están?  

Esperó que  hayan  tenido  una  linda  navidad.  Hoy  verán  que pasa  con  Luke. Ojala  les  guste  mi  fragmento. 

Capítulo  13

Super  One  dio  un gran suspiro.

 —  Radulf  dame  mi  piedra.

 —  No lo haré.

Super  One  puso los  ojos  en  blanco  y  pensó  que perdería  mucho  tiempo  golpeando a  Radulf  —. Si vas a entrar  harás todo lo que  te diga.  Una  vida  corre  peligro.  

Radulf  muy  serio dijo  —.   Haré  todo lo que me digas menos  darte  la piedra o desnudarme.

Super  One  se  rio, pero no dijo  nada. 

Luego de  varios minutos  en los que  Super  One  tocaba  su axila y miraba  las puertas. —  Antes  de que  entremos  crea unas  gafas especiales para  ver  en la oscuridad para los  dos.  Haz un  hechizo de oscuridad  y  congela la habitación.

Radulf  asintió  algo  temeroso, pero  deseaba  cumplir  con su trabajo.  Ya había sido cuestionado  por  dejar  escapar a  Super One  una  vez.  Hizo lo que se pidió sin decir una palabra. 

Ni bien entraron  al cuarto del que se oyeron  unos  gritos.  No dejaba  de  temblar  de miedo.  Super One  no le hizo  caso. 

Luke  se sorprendió porque  la luz  se fue  del cuarto  y  por la presencia  de los   dos  recolectores  de almas.  Ya que con su visión de  vampiro sabía que  entraron .

 — ¿ Qué hacen  aquí?  

 —  Hemos  venido  a ayudar. 

Luke  dudaba que  Super  One  fuera  de alguna ayuda. Pero  el semblante  y el olor  del  recolector  eran diferentes.  Se lo notaba  con miedo pero decidido. 

 — Rubia  y  Luke salgan  de inmediato  y  ayuden a poner  un  campo de  fuerza.

  —No nos  vamos.  — dijeron  Luke y  Heli   simultáneamente. 

Super  One  sin  paciencia  gritó  —.  Hay un  infectado por una flor maldita.  Es muy difícil  enfrentarla y menos  yo solo.  No necesito lastres  o  nuevas  víctimas. Si   las  flores los  tocan  se infectarán o  lo  más  probable  se convertirán en abono. 

Luke instó  a  que  Heli vaya a la puerta    — Márchate. 

Super  One suspiró —  ya  nos  es posible.  Luego se dirigió a Luke — Mira.

La  habitación del  faro  estaba completamente congelada. Mostraba   unas  flores  enormes  cubriendo  todo el lugar. 

Super  One  se  dirigió a  Radulf —  no dejes  de congelar el cuarto. —  Mientras  sacaba  del  bolsillo   una  especie de monedero de color  rosa con  varios botones.  Apretó  uno  y  se convirtió en un   enorme  bolso del que  sacó   un  frasco.  

— Luke,  rubia   venga hacia mí  con  mucho  cuidado.  Traten de  no respirar y tu  linda rubia,  cierra los ojos.  

Los  dos  se  quedaron mirando  a Super  One. 

—  Ahora muévanse. 

Ni  bien dijo  eso.  Las  flores congeladas   trataron  de  cercarles  el  camino y    tomarlos.  Luke sintió  un frio  en  su  cuerpo  y  olor   pungente  a  rosas.  Después de unos minutos    sintió  un jalón.  

Al principio pensó  que  eran las  flores  que  como  dijo  Ebenezer  iban a convertirlos en su alimento.  Pero  un  fuerte  olor a ajo ,  sal  y  otras  especies    le indicó   que no era  así.

Super  One  molesto  le  dijo a  Luke —.  Por  fin   despertaste.   

Luke  lo miró con desagrado.  Mientras pensaba  que   desde cuando  Ebenezer   se  volvió  tan serio.  Desde que lo conocía   Ebenezer  Coliins  era  un tonto engreído  que  solo servía para  jugar  cartas. 

— Ten riega  el suelo   que nos  rodea.  Debo  salvar a la  rubia.

—  Su nombre  es Heli.

— Genial saber su nombre no   me hará  salvarla.  

Luke  quiso pegar  a  Ebenezer en  lugar  de  eso pregunto. —¿ Ebenezer cómo salvarás a  Heli  y  Anazareth ?

—  Dime  Super  One y  ya lo  verás —. Dijo  Super  One  volviéndose a  tocar la axila. 

Luke  tenía  un mal presentimiento.  Dudaba  que  Ebenezwer  o  Super  One  como se hacía llamar  salvará  a  Anazareth y a Heli.

Ux  no  esperaba  los continuos mensajes  de  Super  One,  ya le  dolía la cabeza. A  diferencia  de su protegido  sabía quién era la  víctima  de las   flores  y deseaba   salvarla a  toda costa.

Por  lo que  tenía  que hacer algo  que no le agradaba.  Odiaba que otros  conocieran su existencia. Como  trol de la luna  y  especialmente  como guardián de  las  flores  malditas. 

Como  creían que su  raza podía  controlar las  flores. La  esclavizaron  y   casi  extinguieron a  su gente.  Junto a sus líderes   se  hicieron pasar por muertos  y huyeron al mundo humano para vivir  en paz.  

Muy pocos  sabían de su existencia.   Pero no podía enfrentar  a las flores  y  Úvatar  solo.   Mandó instrucciones  telepáticas  a  Super  One  con la  esperanza  que lo deje de molestar y haga su trabajo. 

 Siempre  le  gustó  ese  lugar   vivió  algún tiempo  en los  que  los  humanos llamaban  Bariloche.  Amaba  sus montañas  y ríos.  El  centro  comercial estaba  desolado   al igual  que sus alrededores.

Ux  entró minutos  antes para   congelar  todo  el lugar   y  asegurar  que la  flor maldita del deseo  vuelva a estar  dormida. Sin  embargo,  surgieron problemas inesperados.  

Llegó  Úvatar   un  ser que tomaba  almas  y varios  cazadores al  centro comercial. La  presencia del  demonio elfo cambiaba  sus planes. Uxx   dejó  varias  trampas a  Úvatar  esperando  retrasarlo. 

Luego  fue  al  lugar  donde se reunían  varios  cazadores de  demonios insurrectos y recolectores  de  almas. Se alegró de  ver  Adremelech  el líder  de los  cazadores de  demonios insurrectos   a su lado  estaba  Vanora uno  de los  líderes de los recolectores  de almas.

Más  allá  había  varios  cazadores  de los cuales  no  conocía  los  nombres. Ni le importaba  en ese momento. Adremelech se encontraba  cansado  y  la perspectiva de  una  nueva  batalla no le  atraía  en  nada. 

Fue  cuando observó   llegar   a  su  campamento a un hombre  de dos metros. Vestido de negro y  con una mascara  negra que le cubría el rostro.    Adremelech extrañado que ninguno  de los guardias  hayan notado a  ese hombre  se aproximó a él. 

— ¿Quién  eres? ¿ Qué  haces  aquí?  ¿  Cómo  entraste? 

Ux solo respiró profundo antes  de contestar. 

— Cuantas  preguntas.  Me pueden  llamar  Uxx, estoy  aquí para ayudarlos  a entrar  a  centro  comercial y  que no resulten  heridos.  Los dormí, si  hubiera querido matar a tus hombres lo hubiera hecho.

Adremelech  quiso   cerrar la boca  de ese  hombre  arrogante.  Pero desea saber  que  tramaba.

—¿  Por qué  debería confiar en  ti? 

 Ux  le mostró  una  medalla   en la mitad que le  dio Leviatán.

Adremelech  hizo una mueca.  Lo que le  faltaba.  Leviatán cuando le dio el cargo le hizo prometer  que ayudaría  al  hombre  que le dé  esa  medalla.  Al mismo tiempo, lo previno de  que no  confíe en él.

Les deseo un  Genial  fin de semana.