Hola, ¿cómo les va? hoy les traigo un nuevo fragmento de mi novela y aunque no relata lo que va pasar con Sebastián, Amelia y Zahra; si lo que ocurre con Ana . Espero que les guste.
Blake se apoyó en el quiosco de revistas y observó varias publicaciones sin realmente estar interesado en su contenido, pero lo hacía para disimular que vigilaba a Ana Bolaños. La señorita Bolaños había tenido quedarse en la escuela por un trabajo.
Ana sonreía de algo que le dijo una de sus amigas. Blake sintió que a pesar de que Ana pareciera animada y alegre él podía vislumbrar cierta tristeza en sus ojos. Lo reconoció ya que él también fue un bicho raro en la escuela. Al ser un lobo con poderes y al que le gustaba la tecnología. Nunca formó parte de ningún grupo, pasó mucho tiempo en encontrar amigos de verdad que lo acepten por ser quien era y no por lo que aparentaba ser.
Por un momento sintió la mirada de Ana y decidió comprar la revista que la vendedora le ofrecía sin mucho afán. Ana se decepcionó cuando el hombre atractivo dejó de prestarle atención. Según su amiga Paula, ella le gustaba porque le observaba interés. La muchacha lo dudaba a diferencia de sus amigas era pequeña, flaca y demasiado joven para que un hombre tan atractivo se fijara en ella.
Al hombre de barba se le acercó un hombre rubio con chaqueta de cuero de color negro. Sus amigas suspiraron por el hombre de cabello claro y pinta de chico malo a Ana le gustaba más el hombre cabellos negros. Los dos hombres se fueron y la conversación giró a los enamorados de sus amigas. Ana se sintió como un bicho raro por no tener pareja. Aunque le caían sus amigas estaba con muchas ganas que llegue Ramoncito a buscarla para irse de compras y luego a su casa.
Blake arrugó la revista y miró de forma despectiva Helmut
— ¿Dónde estabas?
—Comiendo.
—No deberías tomar sangre de bolsa — . Dijo Blake refiriéndose al banco de sangre.
Helmut arrugó su rostro con una mueca —. Me gusta mi comida tibia y fresca. Además, tengo licencia para cazar.
— Ni que seas, James Bond. Deberías tomar más en serio tu labor.
— De la misma forma que tú , Rin tintín. Te dejaste atrapar por esas jovencitas tontas. Ellas se dieron cuenta de que las observabas, debes tener cuidado.
Blake gruñó como respuesta y volvió a observar a Ana cuyos ojos denotaban tristeza. El vampiro lo tocó en el hombro y luego le dijo
— Parece que ya llegó el que viste raro es mejor irnos y tomar las motos. ¿No entiendo porque vamos en ese medio de transporte?
Blake miró por última vez, a las amigas de Ana, mientras pensó que era mejor conducir solo que andar mal acompañado. En lugar de decir lo que pensaba contestó —. Es más práctico claro que a ti no te gusta, ya que no puedes llevar tu ataúd.
— Yo no tengo ataúd, son de épocas antiguas.
— Si eres de la prehistoria.
— Prefiero ser eso. A ser un cachorrito con pulgas.
—Yo no tengo pulgas.
— Me alegro, que te sirvieran el antipulgas que te regale por Navidad.
Blake gruñó de nuevo. Montó su moto y siguió a Ana y Ramoncito.
Minutos después sonaba el celular del lobo.
Helmut observó que Blake estaba con el rostro preocupado y le indicó que parqueen en el estacionamiento del centro comercial a lado de las gradas. Ramoncito y Ana buscaron un lugar por dónde se encontraban los ascensores.
Blake sonrió a una pareja que iba a entrar al centro comercial. Espero a quedarse solo con el vampiro para poder hablar tranquilamente.
— Úvatar va a lanzar un ataque global.
—Scheiße (mierda)
—Tenemos que raptar a Ana.
—Eso es fácil.
— Lo dudo, conde Patula.
Helmut solo se rio —. Vas a ver lindo pulgoso, las mujeres caen a mis pies.
— Es por el olor. Debemos ser cautos y no provocar un escándalo.
Helmut asintió, ambos fueron en busca de a Ana y Ramoncito.
Ana reía y se sintió más cómoda junto a su vecino que estacionaba su pequeño automóvil. Una parte de ella siempre consideró a Ramoncito un hermano. Hubo un tiempo que quiso que su hermana Amelia se fije en su vecino; algo que nunca paso.
Ramoncito sacó sus gafas y se miró al espejo comprobando su imagen. Como era viernes llevaba vaquero y camisa fucsia con botines del mismo color.
— Gracias por acompañarme a comprar un regalo para mamá. Pronto será el día de la madre y ella me prohibió que la invite a comer o le regale flores. Me dijo que si quería darle un perfume tenía que ser importado. De paso compró el regalo de cumpleaños a tu hermana.
Ana asintió y Ramoncito se sintió aliviado. Como él no tenía tanto dinero esperaba que Ana se le ocurriera algo para darle a su madre.
— Genial, te ayudo. Pero me prometiste un helado de chocolate.
— Un caballero siempre cumple sus promesas.
Ana sonrió cuando sintió que alguien la observaba. Con extrañeza se dio cuenta de que era el mismo hombre de cabellos negros y ojos color chocolate que miró rondando la puerta de su colegio. El hombre misterioso no estaba solo, el rubio con chaqueta de cuero negra lo acompañaba. Casi se desmaya al ver que el rubio tenía un arma y que se le acercaron de forma sigilosa. Temió que los secuestren, Ana miró que el estacionamiento estaba vacío.
Agradeció que su hermana le obligó a tener un aerosol de gas pimienta. Nerviosa se aproximó a su amigo mientras que buscaba en su mochila el gas esperando no ser sospechosa. Los dos hombres los rodearon por detrás. El rubio enorme dijo con un ligero acento — Ven con nosotros.
Ana en lugar de responder roció gas pimienta al hombre de los ojos negros. Mientras sorpresivamente Ramoncito le dio un golpe en la entrepierna al gigante rubio y le gritó — corre Ana.
Ella lo hizo a pesar del miedo y que su corazón latía sin control. Tuvo algo de temor que se desmaye, pero solo siguió corriendo. Estaba segura de que el hombre misterioso iba detrás de ella. El único pensamiento que tenía mientras huía era conseguir ayuda lo más pronto posible. Miró a una mujer gorda vestida de rosa que le recordó al personaje de Umbrige de la película de Harry Potter.
Casi sin aliento Ana se aproximó a la mujer —. Necesito ayuda, me quieren secuestrar.
La mujer le dio una extraña sonrisa. Azidahaka estaba feliz , por fin tuvo algo de suerte. Raptar a Ana Bolaños sería muy fácil.
— Lo sé.
Ana sintió un escalofrío en la espalda, miró alrededor en busca de alguien más. Era extraño para ser viernes en la tarde el parqueadero estaba desierto. ¿Ana se preguntó cómo estaría Ramoncito? ¿ y en dónde estaba su secuestrador ?
Caminó hacia la mujer mientras abría de nuevo su mochila y buscaba su celular.
— Ana, no hagas eso. Es perder tu tiempo, nadie puede salvarte.
Ana se quedó sorprendida al darse cuenta que la mujer conocía su nombre . Tenía ser también parte de los secuestradores. Debía huir, lo más rápido posible. Retrocedió sin dejar de mirar a la mujer. Azidahaka alargó los brazos y empezó a transformarse en pulpo enorme.
Ana no podía creer lo que le pasaba, debía ser un sueño. Los tentáculos del pulpo iban a atraparla; sintió que alguien le jalaba. Era el hombre misterioso. Ella intentó darle una patada.
— No hagas eso.
Ana no le hizo caso.
La mujer parecida a Umbrige había cambiado asemejándose a Úrsula la villana de la sirenita. El pulpo seguía creciendo y golpeando el pavimento haciendo que la tierra tiemble. Un olor a azufre impregnaba el ambiente Ana no sabía qué hacer. El hombre le sujetaba fieramente que apenas podía respirar.
—Deja que me lleve a Ana. De nada te sirve luchar , cerebrito.
—No soy un traidor y cobarde , como tu Azidahaka.
El demonio se agitó volvió a transformarse en un ser de tres cabezas. La tierra siguió temblando y de ella salieron grandes estacas . El hombre de cabellos negros trepó a una camioneta cargando a Ana como si fuera un saco de papas.
Blake soltó a Ana en el cajón de la camioneta, meditando las posibles vías de escape. Ana aún con el aerosol en la mano quiso apuntar al hombre misterioso, pero temblaba demasiado.
— No me ataques. Estoy aquí para protegerte.
Antes que Ana conteste una gran estaca perforó el auto Blake tomó la mano de la muchacha y la sacó de automóvil.
El demonio de tres cabezas y con cuerpo de pulpo gritó — No puedes huir de las sombras.
Blake gruñó y puso a Ana en el suelo luego le dio una extraña arma—. Ten esto te protegerá de las sombras. Aprieta en el botón rojo a las sombras y las congelas.
—¿Sombras?
Blake le señaló el piso y los carros que se volvieron negros sin color y voltearon a perseguirlos aunque no tenían ocupantes.
—Ve al ascensor, mi amigo te espera .
— No me iré. No puedes enfrentarte a ese demonio solo.
Blake pensó que de nada le serviría discutir .
—Congela todo lo pueda tocarte no dejes que nada te toque.
Ambos corrieron mientras Azidahaka los perseguía Ana estuvo a punto de caerse y el hombre misterioso le ayudó a no resbalar. Llegaron a donde estaba El hombre rubio junto a Ramoncito que estaba atado y dormido.
—Debemos irnos.
— No van a dejar a mi amigo aquí.
—Azidahaka nos pisa los talones.
—Tengo las motos, pero no sé cómo vamos a escapar la parte de atrás esta toda infectada y Azidahaka estará muy pronto por aquí.
Blake señaló las escaleras.
— Dijiste que no debíamos hacer escándalos.
Él cambia formas levantó los hombros. Miró a Ana que estaba atendiendo a Ramoncito.
—Monta la moto.
—No, me iré sin mi amigo.
—Llévalo Helmunt,
—Pero.
Oyeron a Azidahaka a punto de venir.
— No hay tiempo de discutir.
Ana montó junto a Blake. Y fueron se fueron por las gradas de la escalera — Por cierto, ¿cómo te llamas? ¿ quién me persigue y por qué?
— Me llamo Blake, el resto te lo cuento luego — dijo incómodo el lobo.
Entraron a la primera planta del centro comercial que todavía no estaba infectado las personas los miraban como bichos raros . Ellos salieron a la calle sabiendo que no podían ayudar a nadie y que corrían por sus vidas.
Espero que le haya gustado el capítulo aunque estuvo algo largo. Les deseo un genial fin de semana .
Capítulo 26
Blake se apoyó en el quiosco de revistas y observó varias publicaciones sin realmente estar interesado en su contenido, pero lo hacía para disimular que vigilaba a Ana Bolaños. La señorita Bolaños había tenido quedarse en la escuela por un trabajo.
Ana sonreía de algo que le dijo una de sus amigas. Blake sintió que a pesar de que Ana pareciera animada y alegre él podía vislumbrar cierta tristeza en sus ojos. Lo reconoció ya que él también fue un bicho raro en la escuela. Al ser un lobo con poderes y al que le gustaba la tecnología. Nunca formó parte de ningún grupo, pasó mucho tiempo en encontrar amigos de verdad que lo acepten por ser quien era y no por lo que aparentaba ser.
Por un momento sintió la mirada de Ana y decidió comprar la revista que la vendedora le ofrecía sin mucho afán. Ana se decepcionó cuando el hombre atractivo dejó de prestarle atención. Según su amiga Paula, ella le gustaba porque le observaba interés. La muchacha lo dudaba a diferencia de sus amigas era pequeña, flaca y demasiado joven para que un hombre tan atractivo se fijara en ella.
Al hombre de barba se le acercó un hombre rubio con chaqueta de cuero de color negro. Sus amigas suspiraron por el hombre de cabello claro y pinta de chico malo a Ana le gustaba más el hombre cabellos negros. Los dos hombres se fueron y la conversación giró a los enamorados de sus amigas. Ana se sintió como un bicho raro por no tener pareja. Aunque le caían sus amigas estaba con muchas ganas que llegue Ramoncito a buscarla para irse de compras y luego a su casa.
Blake arrugó la revista y miró de forma despectiva Helmut
— ¿Dónde estabas?
—Comiendo.
—No deberías tomar sangre de bolsa — . Dijo Blake refiriéndose al banco de sangre.
Helmut arrugó su rostro con una mueca —. Me gusta mi comida tibia y fresca. Además, tengo licencia para cazar.
— Ni que seas, James Bond. Deberías tomar más en serio tu labor.
— De la misma forma que tú , Rin tintín. Te dejaste atrapar por esas jovencitas tontas. Ellas se dieron cuenta de que las observabas, debes tener cuidado.
Blake gruñó como respuesta y volvió a observar a Ana cuyos ojos denotaban tristeza. El vampiro lo tocó en el hombro y luego le dijo
— Parece que ya llegó el que viste raro es mejor irnos y tomar las motos. ¿No entiendo porque vamos en ese medio de transporte?
Blake miró por última vez, a las amigas de Ana, mientras pensó que era mejor conducir solo que andar mal acompañado. En lugar de decir lo que pensaba contestó —. Es más práctico claro que a ti no te gusta, ya que no puedes llevar tu ataúd.
— Yo no tengo ataúd, son de épocas antiguas.
— Si eres de la prehistoria.
— Prefiero ser eso. A ser un cachorrito con pulgas.
—Yo no tengo pulgas.
— Me alegro, que te sirvieran el antipulgas que te regale por Navidad.
Blake gruñó de nuevo. Montó su moto y siguió a Ana y Ramoncito.
Minutos después sonaba el celular del lobo.
Helmut observó que Blake estaba con el rostro preocupado y le indicó que parqueen en el estacionamiento del centro comercial a lado de las gradas. Ramoncito y Ana buscaron un lugar por dónde se encontraban los ascensores.
Blake sonrió a una pareja que iba a entrar al centro comercial. Espero a quedarse solo con el vampiro para poder hablar tranquilamente.
— Úvatar va a lanzar un ataque global.
—Scheiße (mierda)
—Tenemos que raptar a Ana.
—Eso es fácil.
— Lo dudo, conde Patula.
Helmut solo se rio —. Vas a ver lindo pulgoso, las mujeres caen a mis pies.
— Es por el olor. Debemos ser cautos y no provocar un escándalo.
Helmut asintió, ambos fueron en busca de a Ana y Ramoncito.
Ana reía y se sintió más cómoda junto a su vecino que estacionaba su pequeño automóvil. Una parte de ella siempre consideró a Ramoncito un hermano. Hubo un tiempo que quiso que su hermana Amelia se fije en su vecino; algo que nunca paso.
Ramoncito sacó sus gafas y se miró al espejo comprobando su imagen. Como era viernes llevaba vaquero y camisa fucsia con botines del mismo color.
— Gracias por acompañarme a comprar un regalo para mamá. Pronto será el día de la madre y ella me prohibió que la invite a comer o le regale flores. Me dijo que si quería darle un perfume tenía que ser importado. De paso compró el regalo de cumpleaños a tu hermana.
Ana asintió y Ramoncito se sintió aliviado. Como él no tenía tanto dinero esperaba que Ana se le ocurriera algo para darle a su madre.
— Genial, te ayudo. Pero me prometiste un helado de chocolate.
— Un caballero siempre cumple sus promesas.
Ana sonrió cuando sintió que alguien la observaba. Con extrañeza se dio cuenta de que era el mismo hombre de cabellos negros y ojos color chocolate que miró rondando la puerta de su colegio. El hombre misterioso no estaba solo, el rubio con chaqueta de cuero negra lo acompañaba. Casi se desmaya al ver que el rubio tenía un arma y que se le acercaron de forma sigilosa. Temió que los secuestren, Ana miró que el estacionamiento estaba vacío.
Agradeció que su hermana le obligó a tener un aerosol de gas pimienta. Nerviosa se aproximó a su amigo mientras que buscaba en su mochila el gas esperando no ser sospechosa. Los dos hombres los rodearon por detrás. El rubio enorme dijo con un ligero acento — Ven con nosotros.
Ana en lugar de responder roció gas pimienta al hombre de los ojos negros. Mientras sorpresivamente Ramoncito le dio un golpe en la entrepierna al gigante rubio y le gritó — corre Ana.
Ella lo hizo a pesar del miedo y que su corazón latía sin control. Tuvo algo de temor que se desmaye, pero solo siguió corriendo. Estaba segura de que el hombre misterioso iba detrás de ella. El único pensamiento que tenía mientras huía era conseguir ayuda lo más pronto posible. Miró a una mujer gorda vestida de rosa que le recordó al personaje de Umbrige de la película de Harry Potter.
Casi sin aliento Ana se aproximó a la mujer —. Necesito ayuda, me quieren secuestrar.
La mujer le dio una extraña sonrisa. Azidahaka estaba feliz , por fin tuvo algo de suerte. Raptar a Ana Bolaños sería muy fácil.
— Lo sé.
Ana sintió un escalofrío en la espalda, miró alrededor en busca de alguien más. Era extraño para ser viernes en la tarde el parqueadero estaba desierto. ¿Ana se preguntó cómo estaría Ramoncito? ¿ y en dónde estaba su secuestrador ?
Caminó hacia la mujer mientras abría de nuevo su mochila y buscaba su celular.
— Ana, no hagas eso. Es perder tu tiempo, nadie puede salvarte.
Ana se quedó sorprendida al darse cuenta que la mujer conocía su nombre . Tenía ser también parte de los secuestradores. Debía huir, lo más rápido posible. Retrocedió sin dejar de mirar a la mujer. Azidahaka alargó los brazos y empezó a transformarse en pulpo enorme.
Ana no podía creer lo que le pasaba, debía ser un sueño. Los tentáculos del pulpo iban a atraparla; sintió que alguien le jalaba. Era el hombre misterioso. Ella intentó darle una patada.
— No hagas eso.
Ana no le hizo caso.
La mujer parecida a Umbrige había cambiado asemejándose a Úrsula la villana de la sirenita. El pulpo seguía creciendo y golpeando el pavimento haciendo que la tierra tiemble. Un olor a azufre impregnaba el ambiente Ana no sabía qué hacer. El hombre le sujetaba fieramente que apenas podía respirar.
—Deja que me lleve a Ana. De nada te sirve luchar , cerebrito.
—No soy un traidor y cobarde , como tu Azidahaka.
El demonio se agitó volvió a transformarse en un ser de tres cabezas. La tierra siguió temblando y de ella salieron grandes estacas . El hombre de cabellos negros trepó a una camioneta cargando a Ana como si fuera un saco de papas.
Blake soltó a Ana en el cajón de la camioneta, meditando las posibles vías de escape. Ana aún con el aerosol en la mano quiso apuntar al hombre misterioso, pero temblaba demasiado.
— No me ataques. Estoy aquí para protegerte.
Antes que Ana conteste una gran estaca perforó el auto Blake tomó la mano de la muchacha y la sacó de automóvil.
El demonio de tres cabezas y con cuerpo de pulpo gritó — No puedes huir de las sombras.
Blake gruñó y puso a Ana en el suelo luego le dio una extraña arma—. Ten esto te protegerá de las sombras. Aprieta en el botón rojo a las sombras y las congelas.
—¿Sombras?
Blake le señaló el piso y los carros que se volvieron negros sin color y voltearon a perseguirlos aunque no tenían ocupantes.
—Ve al ascensor, mi amigo te espera .
— No me iré. No puedes enfrentarte a ese demonio solo.
Blake pensó que de nada le serviría discutir .
—Congela todo lo pueda tocarte no dejes que nada te toque.
Ambos corrieron mientras Azidahaka los perseguía Ana estuvo a punto de caerse y el hombre misterioso le ayudó a no resbalar. Llegaron a donde estaba El hombre rubio junto a Ramoncito que estaba atado y dormido.
—Debemos irnos.
— No van a dejar a mi amigo aquí.
—Azidahaka nos pisa los talones.
—Tengo las motos, pero no sé cómo vamos a escapar la parte de atrás esta toda infectada y Azidahaka estará muy pronto por aquí.
Blake señaló las escaleras.
— Dijiste que no debíamos hacer escándalos.
Él cambia formas levantó los hombros. Miró a Ana que estaba atendiendo a Ramoncito.
—Monta la moto.
—No, me iré sin mi amigo.
—Llévalo Helmunt,
—Pero.
Oyeron a Azidahaka a punto de venir.
— No hay tiempo de discutir.
Ana montó junto a Blake. Y fueron se fueron por las gradas de la escalera — Por cierto, ¿cómo te llamas? ¿ quién me persigue y por qué?
— Me llamo Blake, el resto te lo cuento luego — dijo incómodo el lobo.
Entraron a la primera planta del centro comercial que todavía no estaba infectado las personas los miraban como bichos raros . Ellos salieron a la calle sabiendo que no podían ayudar a nadie y que corrían por sus vidas.
Espero que le haya gustado el capítulo aunque estuvo algo largo. Les deseo un genial fin de semana .
13 comentarios:
Hola Citu,te deseo un feliz fin de semana.
Muchos besos y cuidate mucho niña:)
Te sobra imaginación, no cabe duda, falta me haría un poquito, ehhh
Abrazos Citu y que tengas un lindo fin de semana, he escuchado de nuevas réplicas en tu tierra, pero de a poco y unidos se irán levantando.
Hola, JP... El capítulo ha estado realmente interesante y emocionante, me ha gustado mucho
Me he reído imaginando los botines color fucsia de Ramoncito;-)
Los ojos de Blake tienen que ser preciosos... del color del chocolate ;-)
Menos mal que Ana ha acabado confiando en Blake... y me ha parecido muy valiente intentando ayudarle, y no queriendo abandonar a Ramoncito
Las transformaciones de Azidahaka son tremendamente horrorosas... primero, un pulpo enorme... y luego, un monstruo con tres cabezas
Lo has dejado muy interesante... y me has dejado deseando saber más
Feliz finde... Besos
Me alegro que llegaron a tiempo para salvar a Ana uuff por poco y la capturan, pero no paso a mas por dicha, y yo no me quejo que sea largo el capitulo son mejores, gracias y que pases un buen fin de semana!!!
Soñar,soñarmtodos soñamos,oero tu decesita estar muy despierta,para continuar con tus novelas
¡Holaaaa! Aquí estoy poniéndome al día con esta novela maravillosa.
Pues los botines me han dado gracia con sólo imaginarlos. En cuanto a Ana pensé que iba aterminar mal, por suerte se ha salvado. Vaya que me tienes en los capis con el corazón en la boca. Eres brillante mi niña. Gracias por compartir tu obra, besotes miles y buen fin de semana.
Uyyyyyy, pense que ya n o salvarán a ana,que imaginacion amiga, tremendo capitulo.
Besitos feliz fin de semana.
Hola! Voy tan liada estos días, que aun no me ha dado tiempo a leer el capítulo y estoy deseando hacerlo. A ver si mañana tengo un poco más de tiempo.
Feliz finde!!
Besos!
Hola Judith! Espero que estes bien. Blake apareció de nuevo y ahora está con Anna es genial. Bueno pobre Helmut siempre le pasa algo. Espero más en el próximo capítulo. Feliz finde y mejor semana! Un besote!
Chica, pues se me hizo todo menos largo
Ten una buena noche
Besos
Un capitulo súper emocionante.
Me ha gustado la forma que desarrollas a Blake en este capítulo. Qué sentido de humor, me ha matado de risa eso de: cachorro con pulgas y el otro con el ataúd. Genial, amiga. Pues Ana está muy bien protegida, con Blake, su pepper spray y la mujer. Por lo pronto estarán a salvo en el centro comercial, pero por cuento tiempo? =)
Un abrazo y cuídate.
Realmente fascinante.
Gracias.
Realmente fascinante.
Gracias.
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